Ese día se había levantado temprano el soldado, al abrir los ojos pensó que seguía en HYDRA, pero tanta fue su sorpresa que estaba en otro lugar. Al recordar los acontecimientos de ayer se calmó un poco, debía recordar desde ahora que podía vivir una vida normal. No todos los días una chica de cabellos rubios te daba la oportunidad de mejorar tu vida.
Se levantó de la cama y se dirigió al baño para darse una ducha, después de la corta ducha encontró ropa en su cama. Por un momento se puso alerta, no escuchó a nadie entrar a su ahora habitación, camino cauteloso y miró por encima de la ropa una nota. Al acercarse vio una nota que era Ámbar explicándole que la ropa le había traído ella y que la estaba esperando en la cocina para tomar su desayuno.
Sin perder el tiempo, el soldado se vistió
