Yo ya sabía quién realmente era Mateo, gracias a eso, podía al menos tener una base más sólida sobre la manera en que desde ese momento iba a continuar siendo mi vida. Llegué al trabajo como siempre, aparentemente tranquila, mostrándole a los demás que todo estaba muy bien y el viaje de negocios había sido todo un éxito. Vi que Rosa llegó, a eso de la media mañana, parecía estar muy enojada. Tal vez porque Mateo no fue a dormir a su casa, pensé. En cuanto me vio me saludó con toda la confianza del mundo, realmente me pareció un acto muy hipócrita, más aún, después de saber todo lo que había pasado con Julio. Ni siquiera supe cómo pude tragarme las palabras la noche anterior cuando lo tuve enfrente, en otra época hubiera simplemente explotado, pero por no ser injusta, lo dejé pasar. Yo tamb
