Romina Koch 32 años atrás. Es un poco cliché que me haya enamorado del chofer de mis padres yo una señorita de alta sociedad, cuando mis padres lo descubrieron todo se fue por un tubo, él fue despedido, a mí me enviaron a Italia a terminar mis estudios en donde conocí a Simón Walton, jamás me enamore, solo fue un fin para un medio. Mis padres en una de sus visitas aprobaron la relación y cuando terminé mi carrera, le insistí a mi esposo volver a nuestro hogar y en ese lugar poder formar una familia. A penas pisé suelo americano, decidí buscar a John, pero no lo conseguí, así pasaron los primeros años y tuve con Simón 3 hijos, Alejandro, Gustavo y Alexandra. Tres mutantes como su padre, un ojo Azul y otro verde. Al año de casados ya tenía un hijo y estaba embarazada de otro, y en ese m