Abril Lara Sentí un dolor en mi pecho que me aprisionó el corazón. Estaba incrédula ante lo que mis ojos estaban viendo en ese momento, mi padre, estaba besándose con otra mujer que no era mi madre. No podía creerlo. Él se puso de pie, mirando fijamente hacia donde estaba nuestra mesa. Pude notar su mirada de sorpresa al verme junto a Elías, pero quien se había llevado la mayor de las sorpresas fui yo al verlo con otra mujer. Mi rostro estaba descompuesto. Elías se puso de pie plantándose a lado mío. Mi padre camino a grandes zancadas hasta donde estábamos. —¿Qué haces con este hombre? —inquirió con marcada molestia. Elías alzó la barbilla mirándolo con furia. —¿Por qué mejor no me explicas que haces besando a otra mujer que no es mi madre? —suelto apretando mis manos en los poz