Sr. Gobernante.

¡Todos los viernes!

Seguro se estarán preguntando cómo llegué de secretaria a ser la mujer que mi Sr. Gobernador llama todos los viernes.

Mi nombre es Darcy Blake y soy la secretaria del gobernante y abogado Andrew Sandler, un hombre de negocios y quien dirige la ciudad de New York.

Todo lo que pide Andrew Sandler debe de ser ejecutado en el preciso momento.

Un viernes.

Andrew Sandler está sobre mi boca, él es un hombre de mucho silencio pero claro el trato es que no puedo hablar, por lo tanto tampoco quejarme.

Solo siento como su olor, es mi perfume , como sus manos se deslizan en todo mi ser, su silencio es mi premio y yo soy su secreto.

Aquí empieza mi historia.

—Señorita Blake, quería que viniera porque la he elegido para que me complazca en la intimida; todos los viernes— Dijo el gran Andrew Sandler.

—¿Quien se cree que es para elegirme?—Pregunté con gran preocupación.

—Yo soy Andrew Sandler y debe de obedecerme—Respondió el con mucha paciencia.

—Puede ser el mismo presidente y no debe de decidir por nadie- Le respondí mientras salía del despacho hacia mi pequeña oficina de secretaria.

No podía creerlo, ¿Quien se cree para decidir qué hacer con mi vida?, esta completamente loco.

Llegada la hora de irme, estaba fuera de la empresa, estaba esperando que un taxi pasara cuando de repente, unos hombres me tomaron a la fuerza e hicieron que entrara al vehículo sin mi consentimiento.

—Tengo que decir honestamente que usted es la única mujer que se ha contenido en aceptar mi pedido— Dijo André mientras miraba hacia el otro lado de la ventana del vehículo.

—Señor soy su secretaria, no entiendo cómo puede ofrecerme eso, ademas ni siquiera lo preguntó, usted simplemente lo decidió sin pensar en mi— Le respondí con mucho temor pero no importaba lo que pudiese pasar.

—Le ofrezco un millón de dólares.

—¿Me ofrece un millón de dólares por ser de usted todos los viernes? Ahora entiendo menos, señor yo no estoy a la venta— Respondí indignada.

—Es dinero suficiente para tener una vida mejor, ademas haríamos un trato; el día que me case todo acabará.

—Debe de pedirle eso a su futura esposa, y no estar buscando mujeres.

—No tengo porque hablarle de mi vida personal, hoy es miércoles, después de trabajo la esperaré a las 9 en punto en mi departamento, mi chofer irá por usted.

—¿Y si decido no hacerlo?.

—No la obligaré, otra persona querrá el dinero.

—Déjeme bajar por favor.

El chofer de Mark abrió la puerta y bajé del vehículo, no podía creerlo, él es el gobernador de la ciudad y un muy buen abogado, ¿Como era capaz de proponer eso?

Unos mintutos después llegó un taxi, fui directo al hospital donde mi padre permanecía interno, debido a un cancer pulmón.

En casa de Andrew.

—Buenas noches hijo, ¿Cómo te fue hoy?— Preguntó la madre de Andrew.

—¿Todo bien madre? tanta amabilidad tuya me confunde, ¿Que quieres?— Preguntó Andrew mientras se desprendía de su saco.

—Nada hijo, ¿A caso no puedo ser cariñosa contigo?.

—El día estuvo bien hoy— Respondió mientras subía a su habitación.

En el hospital.

—Hola papito querido, ¿Como te sientes hoy?— Pregunté tan pronto entré a la habitación de hospital.

Mi padre dormía, por lo que no me respondió, en ese momento justo, el doctor que lo atiende entró a la habitación para conversar conmigo sobre la salud de mi padre.

—Buenas noches Darcy— Dijo el

Doctor.

—Buenas noches doctor, ¿Dígame cómo está mi padre?— Pregunté en voz baja.

—No me había ido porque necesitaba conversar con usted, su padre está muy delicado de salud y aunque el hospital desee ayudarla no puede, actualmente no contamos con los medios necesarios para ayudarlo a prolongar la vida.

—Pero ¿A donde podría llevarlo? Dígame doctor.

—Tendría que llevarlo a un hospital privado, eso requiere mucho dinero, y no creo que usted esté en condiciones de realizar el alto porcentaje monetario.

—¿De cuánto dinero estamos hablando?— Pregunté con dolor.

—Cada terapia cuesta al rededor de 50,000 mil dólares, y son aproximadamente catorce que su padre requeriría.

—¡Esto es terrible doctor! Pero no se preocupe, voy a conseguir ese dinero para que la próxima semana mi padre sea trasladado al hospital privado, le agradezco mucho su atención doctor.

—Lo siento mucho doctor, para mi la vida de mi padre es muy importante.

—Lo se Darcy, por favor infórmame cuando estés lista y haremos el traslado de tu padre— Respondió el doctor antes de salir de la habitación.

Después del doctor salir de la habitación, me acerqué a la cama de mi padre, solo pensaba en mi mente que haría todo lo que sea necesario para salvarle la vida, y si que lo haría sin pensarlo dos veces.

Unos cuarenta y cinco minutos después, regresé a mi casa, hace mucho que ya vivía sola, y sin mi padre sentía que me perdía cada día más.

Tomé asiento en la parte delantera de mi casa con una taza de café, en ese momento me dije a mi misma que mi vida no podía ser más miserable, pero por mi padre haría lo que fuera, así que estaba dispuesta a entregar mi virginidad a un hombre muy rudo y cruel… el viernes a las nueves en punto, estaría lista.

He tenido una vida difícil desde que mi madre falleció a causa de un paro cardíaco, a penas tenia once años de edad, mi padre me cuidó siempre como a la niña de sus ojos, por eso él merece todo sacrificio que yo haga, así que solo pienso en que esto es por mi amado padre.