Llegamos un poco tarde al funeral de mi padre, por un largo tiempo vivimos en esa ciudad, así que la voz de que mi padre había muerto se corrió, al llegar pude identificar a algunos de ellos quienes rápidamente me abrazaron.
Fui al ataúd donde estaba mi padre, no podía creer que él estuviera ahí, en ese momento, lloré amargamente, sentí un dolor fuerte, así como cuando perdí a mi madre, no pude despedirme, no pude verlo prácticamente, me duele porque no estuve en su último suspiro de vida.
—Papá voy a extrañarte, lo único que me queda de consuelo es saber que intente alargar tu vida pero a diosito no le plació que fuera así, de todos modos le agradezco todos estos años que me dio junto a ti, vuela alto padre— Dije ante el ataúd de mi padre.
—Amiga has tenido un día muy largo y difícil,
