-¡Dylan tengo hambre! ¿puedes comprar pollo? -¡Amor tengo antojó de atún! -¡Cariño tus hijos quieren helado...que sea de mango! -¿¡Cariño donde éstas!? ¡quiero caricias pero ya! -¿Dylan crees que me veo gorda? -No, amor sólo éstas embarazada...-Así era cada uno de los días de Dylan desde que supo que sería padre, y no sólo eso sino de gemelos. Aún no sabían que sexo eran pero ellos querían tener el par así cómo los padres de Dylan habían tenido a Grecia y a él.- -¡No me mientas sí estoy gorda, solo mírame ya ni me tocas!-los ojos de Maddie se llenaron de lágrimas.- Oh, no. -Bebé no digas eso. Sabes que amo darte caricias. Eres perfecta.-En el embarazo Maddie había estado lleno de inseguridad. No confiaba para nada en la secretaría que tenía Dylan para nada. Incluso hizo que la señ