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─¿Dónde está? Aquel hombre empieza a reír a carcajadas sin parar, Damián en un arranque de ira toma la navaja y se la clava el pecho con sumo cuidado y empieza a girarla, aquel hombre continúa riendo a carcajadas, dejando escapar varios gemidos. ─El... el vendrá por tus hijos y matará a esa zorra... ─grita dejando escapar su dolor ante los constantes giros de la navaja. A pesar del terror que siente, lo disimula y sonrie. ─no lo hará. ─dice. Lo fuerza a abrir los ojos, con la misma daga que lo apuñaló corta sus ojos, cegando permanentemente, amarra una liga en cada muñeca y corta sus manos, el hombre no para de gritar horrorizado por lo que le hacen, pero Damián no se inmuta y continúa, repite el ritual de las manos ahora con los pies. ─ahora serás mi mensajero. ─toma su lengua con fuer