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Mientras salen del salón, Maral observa todo a su alrededor mientras sale, no hay más que pared vacía con toque de antigua. —Sé lo molesta que estás con mi hermano, y sé que después de la historia, o la versión que tuviste de ella, estás en todo tu derecho de temer o desconfiar, pero te aseguro que todo lo que quiero es proteger a esos pequeños, a mis sobrinos. Yo también debería desconfiar de ti. —Él fue a prisión, debía ir a prisión por todos los asesinatos que cometió. Mi hermano murió por su culpa —Dice incómoda. La carcajada de Morrigan no se hizo esperar. Maral tenía ganas de golpearla en el rostro, pero sería precisamente lo que la hizo recordar a Damián y su bofetada. —¿realmente crees que él no pudo librar eso sin problema?. Maral despierta, el dinero, las influencias y el p