Dessiré tenía el rostro descompuesto por la voz que escuchaba en la línea telefónica, y se preguntaba una y otra vez, como era posible que ese canalla, hubiera dado con los números telefónicos de su casa y del trabajo. La pregunta que más la persigue es ¿Cómo los consiguió y qué tanto sabía de su vida? Pero lo que realmente la alarma es ¿Con qué intención quiere acercarse a ella? -Hola, preciosa ¿Me extrañaste?- la voz masculina sonó por el teléfono que Dessiré sostenía en su mano temblorosa y sudada- te echo tanto de menos. Era la tercera llamada que recibía de Agustín, él desde la cárcel la atosigaba, aterrando a la pobre mujer. Ella trató de contarle a José Manuel pero varios viajes y la falta de tiempo no le permitieron informarle lo que estaba pasando con ese hombre, perdiendo