La velada fue hermosa, él se empeñó en hacer lo más romántica posible la ocasión, era lo que realmente él deseaba para ella. Charlaron de todo, de sus gustos, de sueños, de metas, se descubrieron todo, acercándolos más. -¿Cómo te sientes?- quiso saber la verdad, era que todo en ella le interesaba él. - La verdad, un poco nerviosa, jamás imaginé que algún día me casaría-tomaba un trago de la copa de champán que tenía en sus manos. - Ni siquiera con el padre de tu hija- él la miraba atentamente, le encantaba cada una de sus facciones, sus cejas perfecta en arco. Ojos negros bordeados por una larga y tupidas pestañas, era lo que más a él le gustaba de ella. -Con él siempre lo soñé- río nerviosa- pero ahora... - Ahora será imposible porque serás mi mujer- la interrumpió celoso. No se