—A veces, Aleskei, se comporta como un desgraciado contigo, Bebé —me dice Britt, mientras avanzamos hacia la salida de la academia—. Aunque, me parece perfecto que lo haga, así los demás dejan de decir que entre ambos hay algo… —También pueden decir que estamos teniendo problemas en el paraíso —me río bajo —. Lo que sea que piensen, me da lo mismo. Yo no estoy saliendo con mi profesor. Me encojo de hombros. —Lo sé, Bebé. Me despido de Britt con un fuerte abrazo justo en el recibidor. Yo me iré a casa al fin, luego de pasar todo el fin de semana en la suya, ella se quedará con las demás chicas, ya que saldrán al centro comercial a pasear y comer. Agradezco que me haya invitado, pero sinceramente, estoy demasiado cansada como para salir. Ayer domingo hicimos de todo, desde nadar en la