POV Malika —Gracias, Arkadi. Le digo al hombre que me ha abierto la puerta y salgo de la camioneta como alma que lleva el diablo. Tiemblo de la rabia, de la frustración y la impotencia por haberme dejado tocar por él. «Y disfrutarlo…» Me siento sucia, me siento indigna. Me siento una traidora por sucumbir al deseo del cuerpo, a lo que él despierta y despertó en mí con tan solo besarme el cuello. Es de madrugada, aún no salen los rayos del sol, pero está pronto a suceder. Subo las escaleras apresurada, pensando en mi cabeza la excusa que le diré a mi madre en cuanto a mi ausencia en esta casa. No hablo con ella desde que él me secuestró en el parque estando con Aleskei. De seguro no ha dormido en toda la noche preocupada por mí, mientras que yo me dejaba tocar por su esposo. «¿Qué