Alan y Aisha - VIII

1501 Words
Como respuesta tuvo un soplido de ella abriendo los ojos, Alan adelantó las manos para que viera que estaba atado con la camisa, Aisha rio desabrochándole los puños, él se la quitó dejándola encima de la cama, Aisha siguió con su estricto cacheo, se arrodilló en el suelo y le pidió que levantara un pie para quitarle los zapatos y los calcetines dejando los pies desnudos encima de la alfombra, se quedó arrodillada, la cabeza le llegaba delante del paquete, le miró la cara como pidiendo permiso para abrir aquel pantalón, en realidad no le pedía nada, tenía muy claro lo que quería hacer con permiso o sin él, acercó sus dedos al cinturón y lo desabrochó lentamente, no tenía prisas y quería gozar de aquel momento, separó el cinturón y desabrochó el botón, Alan hacía rato que con tanto sobeteo había notado que la polla se le estaba poniendo “contenta”, Aisha fue desabrochando uno a uno los botones de la bragueta no pudiendo evitar notar el bulto que tenía debajo, los agarró por los lados y tiró de ellos para abajo concentrándose en ayudarle a que sacara las piernas, parecía que no quería mirar todavía los calzoncillos, cuando le quitó los pantalones le fue pasando una mano por cada pierna desde los pies hasta encontrarse con la tela de los boxes, entonces sí que quiso mirar, lo primero en que se fijó fue en lo qué más resaltaba, en su polla estirada hacía el lado, ella seguía con ciertos nervios acariciándole la parte externa de los muslos con su vista fija en aquella polla, él se la miraba desde arriba sonriendo viéndola disfrutar de aquel momento. Inspiró aire para sus pulmones abriendo un poco la boca y metió dos dedos por cada lado de los boxes bajándolos lentamente, al ver que se le enganchaban en la polla con una de las manos le abrió el calzoncillo para dejarle espacio bajándoselos hasta los muslos, la polla se sintió liberada apuntando para delante, para la cara de Aisha que lo primero que le sorprendió fue ver que estaba también completamente depilado de “allí”, ni un pelo por el pubis ni los huevos, se miraba la polla con curiosidad intentando adivinar a que tamaño podría llegar, le bajó los boxes a los tobillos esperando que él sacara los pies para dejarlos a un lado y centrarse de nuevo en la parte que más interés le despertaba en esos momentos, se fijó en los huevos, no parecía que le colgaran demasiado y eso le gustó, acercó una mano y le agarró la polla, le miró a los ojos. — Quiero verla tiesa. Y sin esperar respuesta le empezó a hacer una paja lentamente a su chico, luego mientras lo hacía pensó que eso de: “Quiero verla tiesa”, no había quedado muy fino, pero qué más daba, le estaba haciendo una paja delante de su cara, iba a estar en ese momento para finuras. Alan notó el suave tacto de la mano de Aisha que le rodeaba la polla apretándosela un poco iniciando una paja lenta, levantó la vista cogiendo aire, sabía que acabaría de crecer en nada. Aisha vio y sintió en su mano como el cipote de Alan crecía y se hacía más ancho, con la otra mano le iba recorriendo el muslo acabando pasándola por detrás agarrándole un glúteo, con la presión de la mano en su culo y la paja que le estaban haciendo Alan se estaba calentando, o mejor dicho, Aisha lo estaba calentando bien. Ella paró la paja mirándose la polla con atención, parecía estar todo lo tiesa que podía estar, le hacía una forma un poco curva hacía arriba dejando ver un buen c*****o, la piel que lo cubría al principio se había retirado dejándolo a la vista, a ella le faltaba un poco para poder rodearla completamente con su mano, con el dedo pulgar sí que la rodeaba pero a los otros le faltaba un trozo para poder tocarse la mano, de larga calculó como dos puños y medio cerrados de ella. Le miró a los ojos a Alan sorprendida no pudiendo evitar la vocecita de boba exclamando. — ¡Es perfecta para mí! El se moría de risa. —Es que hemos nacido uno para el otro cariño. Aisha había calculado que aquel tamaño era el que le daba más placer cuando se la metiera, recordó rápidamente como un par de años antes estando de vacaciones con sus padres en aquel mismo apartamento, una noche salió con las amigas con la intención de ligarse algún extranjerito para darse un homenaje que hacía tiempo que no se daba, conoció a uno muy mono que le gustó y acabaron en la playa, cuando le vio la polla era enorme, tenía un pollón que solo de pensar en meterse semejante cosa en su coño se asustó, le acabó haciendo una paja para no dejarlo a dos velas después de haberlo calentado y salió corriendo, al día siguiente cuando sus padres se fueron a la playa se hizo una ella para aliviarse. Pero de aquella no se asustó, aquella la enamoró igual que su "propietario". Después pensó que lo había llevado hasta allí para follárselo, que estaba muy enamorada de él y se lo hubiera tirado igualmente tuviera la polla que tuviera, incluso si hubiese sido demasiado grande para ella, pero no, la tenía como ella la había soñado o mejor, ¿sería verdad que habían nacido uno para el otro como decía Alan? Alan la agarró por los sobacos levantándola, la besó metiéndole la lengua en la boca que ella aceptó chupándosela, le dio la vuelta y le bajó la cremallera del vestido dejándolo caer a los pies de Aisha, le pasó las manos por delante y le agarró las tetas besándole el cuello, ella lo giró para dejarle espacio y gimió levemente del contacto de sus fuertes manos agarrándole con seguridad sus tetas, se las amasaba y le rodeaba con sus dedos los pezones poniéndoselos duros, ella llevaba las manos para atrás agarrándole una nalga con cada una, Alan la volvió a girar besándose los dos con pasión, se arrodilló delante de ella y le quitó con delicadeza los zapatos, cogió el vestido que estaba encima de la alfombra y lo tiró en una silla, le miró las braguitas, le puso una mano en medio de las rodillas y la fue subiendo, Aisha sabiendo lo que venía se agarró a los hombros levantando la cabeza soplando, se estaba calentando a base de bien. La mano de Alan llegó a la entrepierna y Aisha las abrió para que pudiera llegar a su “destino” sin problemas, Alan metió la mano de lado tocándole las bragas, notó que las tenía mojadas, no le extrañó por la calentura que estaban cogiendo los dos, la movió un poco haciéndola gemir y no pudo evitar agarrarle con la otra mano el culo y meterle la boca encima del coño oliéndole las bragas. Aisha estaba con las piernas un poco separadas y sus manos apoyadas en sus grandes hombros, cuando notó que la mano de Alan le rozaban las braguitas, bajó la cabeza para ver a su caballeroso amante como le miraba con atención las bragas y sus dedos le frotaban el coño sacándole un gemido, eso pareció disparar algo dentro de Alan, acercó su cabeza y le mordió suavemente el chocho inspirando profundamente, Aisha volvió a gemir quedándole con una duda, ¿había inspirado por excitación o para oler sus braguitas mojadas?, ¿le estaba oliendo el coño?, si era así le había sorprendido, ella pensaba que tal como se había comportado hasta ese momento en los momentos íntimos sería muy delicado, muy fino y tierno, y así había sido de momento, pero ese arrebato de pegar su nariz a las bragas le daba otra actitud más agresiva, más primitiva, es como si le saliera la parte más animal a aquel cuerpo musculoso. Alan se puso de pie agarrando las nalgas de Aisha, los dos abrieron la boca sacando las lenguas para que se retorcieran entre ellas, en un rápido gesto de él Aisha se vio en el aire, la había cogido en brazos como si fuera una niña, como si su cuerpo no pesara nada, y la posaba suavemente sobre la cama, se besaban de nuevo, ella pensaba que aquella fuerza que demostraba para manejarla le gustaba, se estaba sintiendo a gusto dejándose hacer lo que él quisiera, se estaba entregando. Alan bajó la boca besándola por el cuerpo, estaba disfrutando sin prisas de un cuerpazo que hacía apenas unos días pensaba que sería imposible de conseguir, se impresionó tanto al verla la primera vez, le gustó tanto físicamente como de carácter con las cuatro palabras que se llegaron a cruzar que se vio superado temiendo que si se dejaba llevar por lo que sentía y ella lo rechazaba le haría daño, por eso abandonó la idea de llamarla en su momento.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD