— Creí que tendría los ojos negros de Anthony, pero me alegra de que haya sacado tus ojos —Adrián observaba muy de cerca a Liam.
— Vas a ojear a mi cachorro —Lydia empujo al castaño y tomó en brazos al bebé.
— Eres una envidiosa —el beta miro mal a la rubia— Era un maldito cumplido. Le diré a Tony que no me dejas consentir a Liam.
— Cuantos años tienes ¿cinco? —miro confundido al mayor.
— ¿De nuevo discutiendo? —Fernando ingreso al apartamento con diversas bolsas en sus manos.
— Parecía un acosador, Fer —Lydia corrió hacia el pelinegro— Solo le salve la vida a mi hijo —concluyó.
— ¡Soy el tío favorito de esa criatura! —grito indignado.
Aquel grito capto las miradas de ambos omegas, quienes miraban con intriga al castaño.
— ¿Tony te esta dando demasiado trabajo? —preguntó el mayor—
