La comida que Fernando le había traído lo dejo tan satisfecho que durmió casi todo un día, su hermano le prometió cuidar de Liam mientras el descansaba y pensó que no iba a ser posible, pero cuando terminó de comer, se tumbó en el sofá y durmió logrando relajar su cuerpo un 20%. — ¿Te sientes mejor? —el mayor preguntó desde asomandose a la habitación. — Fer... Gracias por la comida —trato de sonreír. — No tienes que agradecerme nada —negó. — Pasaste la noche aquí, cuidaste a mi cachorro. Claro que debo agradecerte. — Eres mi hermanito menor —el omega se acerco al pelinegro— Siempre cuidaré de ti, aunque ya tengas un cachorro —comento abrazando al menor— Así que no te contengas... —susurro— No le diré a nadie de tus lágrimas. — No puedo llorar frente a Liam —respondió. — Es cierto qu