When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
Me sente sobre la cama a observar el diario de Benedict, aunque la habitación y probablemente todo el apartamento estaba en silencio, en mi cabeza se llevaba acabo una guerra entre mi moral y mi curiosidad. Suspire, esto era una estupidez, aunque decidiera no leerlo, de cualquier forma Benedict pensaria que si, una vez que le devolviera su diario. Lo tomé y abri la primera pagina, vi de nuevo sus iniciales, su letra era burda y la pagina se notaba amarillenta, asi que lo que deduje que el diario era viejo. Abrí la primera página, habia una entrada de quince años atrás, cuando era adolescente. Senti un poco de decepción al darme cuenta de que aquel diario era demasiado viejo, lo que estaba por leer seguramente eran estupideces de un puberto emocionalmente inestable debido a exceso de