Media hora después de que Benedict se marchará, un cerrajero y Vincent se hicieron cargo de cambiar todo, la cerradura automática de la puerta e incluso las puertas de nuestras habitaciones. Sabia que la apresurada decisión que Benedict habia tomado sobre la seguridad de la casa seguramente la haria enfadar y solo iba a ser cuestión de tiempo para que deseara demostrarme su odio, debía ser precavida y también más lista que ella, por ahora llevaba la delantera y asi debía seguir siendo. Estaba ansiosa, algo poco común en mi, estaba acostumbrada a estar rodeada de estrés, era secretaria por lo que eso era mi pan de cada día, pero en este caso era diferente, sentía que esa mujer apareceria en algun rincón de la casa con un cuchillo en la mano dispuesta a matarme, aunque claramente estaba
Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books