Mafioso de mi Corazón

¿QUE PASO CON MI MAMÁ?

NARRA MÁXIMO

—¿Tatiana? ¿Quién es él? —pregunta y eso fue como una daga en mi corazón. Después de treinta años, ¿Ella no es capaz de reconocerme?

—Es mejor que regreses a tu habitación Tania, pronto te contaré quien es él. Primero tengo que hablar unas cosas con él —ella solo asiente y se da la vuelta. Doy un paso hacia al frente y Tatiana levanta la mano. Eso solo hizo que me sulfurara más.

—Suéltame, maldito traidor —digo soltándome del agarre que Ovidio tenía en mi brazo. Sin poderme controlar le lancé un golpe en el rostro, el cual lo envía al suelo.

—No te respondo el golpe, porque sé que me lo merezco. Antes de que actúes o digas algo escucha a mi madre. Ella tiene mucho que decirte y te dará todas las explicaciones que creo necesitas —dice el llevando su mano a su barbilla.

—En este momento no puedo… no puedo —dije y salí de la casa con rumbo a la playa. Quería gritar, golpear, hasta matar a alguien. Me senté en una roca mientras miraba el resplandor de la luna en el océano. No sé por cuánto tiempo me quede ahí analizando cada suceso en mi vida. Cada mentira, cada engaño, cada muerte, cada persona a la que lloré y enterré con pedazos de mi corazón.

—Soy la viuda del hermano de Danko. Antes de que me mataran a mí al bebé en mi vientre, logré escapar. Pedí ayuda a un buen amigo que no dudó en tenderme su mano y brindarme su ayuda. Ha sido gracias a él que estamos aquí, vivos. Años después del asesinato de mi esposo, me enteré de un posible secuestro a mi hermana. Todavía tenía una persona fiel entre las filas de Danko y se me fue informado esto. No pude quedarme de brazos cruzados, al saber que ella y ustedes serían sus las próximas víctimas. No si ya sabes, pero Danko cortejaba a tu madre y no era nada agradable. Danko la golpeaba y era un abusivo. Cuando ella solo era una joven enamorada que idealizaba la idea del amor. Mi padre al ver esa situación opto por mejor sacarla de esa relación toxica. No sabíamos que iba embarazada a esa nueva relación. De igual manera el plan resulto bien pues tu padre no dudo en mostrarle el verdadero amor a tu madre. Yo cambie mi color de cabello, con lentes de contacto el color de mis ojos y después de que Ovidio naciera entre a trabajar a la policía obviamente cambie mi identidad. No lo hice aquí lo hice en la idea y de una manera que borraran toda mi existencia. Vine a Italia y vivimos aquí desde hace más de 30 años. Nadie hubiera creído que tanto tiempo que pasaron buscándome yo borraba cada huella mal hecha que había dado en el pasado. Nadie iba a buscarme en la cueva del lobo así que por eso no me moví de aquí, para estar pendiente de ustedes —Menciona Tatiana a mi espalda.

—¿Qué paso con mi mamá? ¿Cómo es que en estos 30 años nadie dijera nada sobre su existencia o si quiera diera una posibilidad? —dije sin apartar mi vista del mar.

—Como te acabo de mencionar me uní a la policía. Cuando pasó lo del intento de secuestro yo fui una de las personas en la búsqueda. La encontré y la llevé hacia una clínica clandestina. Me arrepiento, porque no pudieron atenderla a tiempo. Posiblemente los daños permanentes hubieran sido otros si la hubiera llevado al hospital mejor preparado y equipado. Ella estaba viva, pero la bala en su cabeza causo daños permanentes en ella. Estuvo en coma en mi casa por más de 10 años. Hasta que un día le platiqué mientras tomaba su mano. Si ella ya se quería dar por vencida yo iba a respetar su decisión y la dejaría descansar. Justo cuando la desconectaron ella abrió sus ojos. Fue un proceso muy lento, no quise buscar a tu padre porque sabía que los ojos de Danko siempre estarían sobre él y vaya que no me equivoqué. La maldad en ese hombre es infinita ya arrastró a sus hijos a la muerte y sin ningún remordimiento. Casó a su hija contigo y piensa casar a la otra con tu padre. Júzgame por jugar a ser Dios, pero lo único que me interesa es mantener a mi hermana libre de toda esa guerra. Mi hermana paso mucho tiempo en un estado deplorable hasta hace unos 9 años ella habla y camina. Sus recuerdos nunca volvieron a ella y gracias a Dios porque no me quiero imaginar todo el dolor que hubiera vivido. Al saber lo que sucedió con hermano Pietro, su hijo y tu familia. No me quiero imaginar lo que pasaría si Danko se entera que Tatiana está viva. Mucho menos que se enterara de la existencia de Ovidio —comenta sentándose a mi lado.

—¿Por qué te arriesgaste a que Ovidio entrara a trabajar a nuestra casa sabiendo que era un enemigo para Pietro? —pregunté al no entender eso ultimo.

—Nadie busca un enemigo en su propia casa Máximo, nadie sabe que Ovidio es hijo del difunto Alexei Konikov. Líder de la mafia Roja, lugar que fue tomado por Danko. Ese desgraciado destruyo a toda mi familia. Lo siento muchísimo Máximo. Solo hice lo que creí correcto para todos. Lo único que sé en este momento es que mientras Danko esté vivo todo será cuesta arriba. No me interesa nada que tenga que ver con esas organizaciones. Mi hijo esta bien, saco el corazón de mi padre. No intercederé por él, pero también hizo de todo por mantenerte a ti y a tu familia a salvo todos estos años —dijo y no respondí. En sus relatos contesto muchas de mis preguntas.

—Necesito que me digas todo lo que necesito saber para acabar con Danko. A partir de hoy esa será mi única tarea destruir a todos los Konikov —Mencioné viendo hacia el horizonte. Ella paso su mano por la mía la cual no sabía que estaba apretando—. Hoy dejaré de llorar muertos que no son míos y me enfocare en los que aún tengo con vida y que por mentiras, engaños y estupidez perdí.

—¿Lo dices por Esmeralda y su bebé? —pregunta y la miro con mi ceja alzada. No cabe duda de que la tienen bien informada. Ella se encoge de hombros mientras levanta sus manos. Esta mujer apenas la conocí y ya siento una conexión con ella.

—Es mejor que volvamos a entrar, no hay nadie aquí, pero no tentemos a la suerte. Respecto a tu madre, habla con ella por la mañana. Se paciente y no la atosigues de preguntas, sabes que ella no podrá darte una respuesta —comenta mientras se ponía de pie y acomodaba su bata.

—¡Máximo! ¡Mamá! —grita Ovidio desde adentro de la casa. Ambos corrimos adentro y encuentro a mi madre tomándose la cabeza, sentada en as escaleras.

—¿Qué sucede Tania? —pregunto Tatiana y ella negó. Levantó su mirada y sus ojos se conectaron con los míos.

—Nada es solo que cuando intentaba dormir la imagen de un niño con nuestro color de ojos vino a mi mente. No sé por qué es lo único que viene a mi mente al verlo a él me lo recordó. Tienen mucho parecido, pero es imposible que lo conozca de cuando era un niño ¿Verdad? —dice ella viéndome. Siento la mirada de Tania y Ovidio sobre mí. Me acerco a ella y me siento unos escalones abajo.

—Si nos conocimos hace mucho tiempo —le digo tratando de sonar delicado. Lo que menos deseo es alterarla.

—¿Pero porque lo único que recuerdo es que llorabas? Es lo único que recuerdo desde hace años y siempre me pregunto, ¿Que le está pasando a ese niño? ¿Por qué llora? ¿Acaso alguien le está haciendo algo malo y está pidiendo que lo ayuden? —Acaba de describir la manera en como me siento en este momento y los otros momentos donde necesitaba de su guía, sentir su calor y aroma que me tranquilizaba solo con abrazarla. La miré fijamente y no pude evitar sonreír al mismo tiempo que una traicionera lagrima bajo por mi mejilla izquierda. Estar frente a ella es algo surreal. Estamos hablando de 30 años en los que sufrí su ausencia, una ausencia injustificada. Pueda que mi tía Tania tenga la culpabilidad al quedarse callada, pero no puedo recriminarle nada. No después de ver lo bien que se encuentra mi madre. Gracias a todos sus cuidados y dedicación ella esta aquí. Sorpresivamente mi madre acerca su mano a mi y me acaricia la mejilla.

—Estoy segura de que eres alguien importante en mi vida, posiblemente tu seas quien venga a ayudar a llenar todo este vacío en mi cabeza. Lo puedo sentir aquí en mi pecho. ¿Cómo te llamas? —pregunta y estiré mi mano ofreciéndosela.

—Mi nombre es Máximo Agustín Marchetti —dije omitiendo su apellido. Ella me sonrío, tomando mi mano.

—Mi nombre es Tania Fiore Belov, mucho gusto Máximo.

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