AMIGOS

1704 Words
NARRA LORENA —Todo está bien Loli, no debiste irte por eso. Yo no te hubiera dicho nada, al final mi padre era joven y eventualmente iba hacer su vida con alguien. Ellos solo se enamoraron, pero no te preocupes eso no influirá en mi desempeño en este lugar. — le digo cambiándole el tema. Ella asiente y me sonríe. —Puedes ir a cambiarte a los vestidores aquí tienes un candado para que guardes tus pertenencias dentro de uno de los casilleros. Linda debe de estarte esperando, ella es muy buena en lo que hace, aprenderás de la mejor. — me dice para levantarse y abrirme la puerta. Al salir mire a la joven, llamada linda con una sonrisa en el rostro. —Linda enséñale primero todo el lugar y donde encuentras todo lo que se necesita. — le dice para luego golpear mi hombro una vez, me regala una sonrisa y entrar a su oficina de nuevo. Yo volteo a mirar a Linda y ella toma mi mano para guiarme a los vestidores. Me cambio rápidamente y me siento un poco triste, porque todos mis conocimientos en hotelería, se limitaron a atención al cliente, gastronomía, publicidad, administración, decoración, crear guías turísticas y entretenimiento. No en limpieza, eso ya era otro tema aparte y a eso me dedicaría los próximos meses. —Yo soy la encargada de limpiar el lado izquierdo del piso 24. Vamos te daré un pequeño tour por toda esta area. — me dice y yo asentí. La seguí por todo lados a donde iba, ponía atención a cada una de las cosas que me enseñaba y decía. —Espero no estarte mareando con tanta cosa, pero es muy necesario así la próxima vez sabes a donde llevar las toallas, ropa de cama y demás cosas que se hacen por aquí. — me dice Linda ya empujando su carro con todo lo necesario para limpiar una habitación. —No, la verdad es que ya conocía el hotel, pero todo lo que me enseñaste no lo conocía. — le digo un poco apesarada, ya que siempre vine aquí a disfrutar de eventos, pero nunca me interese en conocer el hotel y no me tome el tiempo de ver lo trabajoso que es mantener este lugar tan limpio y reluciente. —Pues es todo un honor para mi enseñarte todo lo que no conocías. Ahora vamos a empezar, mira esta habitación está ocupada por un huésped. Así que en estos casos se toca tres veces la puerta y se pregunta ¿limpieza? Si no hay respuesta das dos minutos y vuelves a intentarlo. Si no hay respuesta tu solo entras. — me dice y yo me quedo pensando en que eso debe de ser muy molesto, pueda que encuentres a el huésped en una situación comprometedora. —¿No deberían preguntarle a el huésped antes de que entres solo así? — le digo y ella me ve con la ceja alzada. —Por eso tocas la puerta esperando una respuesta y si no solo entras y lo haces. — me dice lentamente, mientras me mira extrañada por mi pregunta. —Si esa parte la comprendo, no te preocupes yo me entiendo. — le digo primera idea que se me ocurre. Mejorar esta parte de la comunicación. Ella hace lo que hace un momento me explico, y al no recibir respuesta entramos no había nadie en la habitación así que, empezó la segunda parte de mi entrenamiento, como hacer la limpieza. —Para que mires que no soy tan mala, te dejaré que arregles la cama, mientras yo me encargo del baño. — me dice yo asentí y empecé a ordenar la cama. ¿No se cambian las cobijas? Me pregunté. —Las sábanas se cambian cuando ya el huésped se va. Mientras solo nos encargamos de mantener todo limpio y ordenado. — dice ella al ver mi rostro pensativo viendo las sábanas. Yo asentí y seguí con mi trabajo. Afortunadamente la cama ya sabía cómo hacerla correctamente desde muy pequeña me encanto mantener todo en orden. Más no es lo mismo hacer limpieza para tu casa que para alguien más. —Ok, mira saca la aspiradora y la pasas por la alfombra. — me dice cuando miro que solo estaba ya acomodando las almohadas. Saco la aspiradora la conecto y hago lo que me dijo una vez que termine volví a poner todo en su lugar. —primer consejo, no dejes la basura dentro de la aspiradora. Siempre sácala después que la uses. El filtro tomara mal olor y no queremos dejar la habitación oliendo a sucio. — me dice sacando el recipiente con el sucio y botando lo que parecía ser nada. Al ver eso no pude evitar reír. Ella se vio apenada. —Lo siento, soy muy perfeccionista, he trabajado aquí por 4 años con la esperanza de un ascenso y no ha pasado. Así que soy bien meticulosa con todo. — me dice y siento algo de tristeza en su comentario, yo me sorprendo y a la misma vez me desanimo un poco más de lograr mi meta, la apuesta de Lia fue que me volviera manager en 8 meses y esta chica lleva 4 años trabajando en esto con la posibilidad de aspirar a más y siguen lo mismo. No me parece justo, ella merece avanzar en este hotel. Es ahora donde me doy cuenta que estoy luchando contra la corriente y posiblemente por una causa perdida. No se porque una parte de mi así lo siente. —No hay problema, yo entiendo. Aunque tu comentario me hizo volver a la realidad. — le digo dejando salir un suspiro. Ella me mira con la ceja alzada. —¿Porque lo dices? ¿Que fue lo que te dije? — me dice preocupada al ver mi expresión. —Nada malo, solo que a mi también me gustaría poder ascender, pero al saber cuanto tiempo llevas me dice que es casi imposible de hacerlo. — le digo y ella suspira. —La verdad es que en mi caso, me cuesta y me costará, porque solo tengo mi educación hasta la secundaria. Mi madre enfermo antes de mi graduación de secundaria, solo éramos mi hermano y yo, así que toco trabajar tiempo completo para poder cubrir todos los compromisos. Si tienes estudios universitarios, no será muy difícil que escales a un mejor puesto de trabajo si desempeñas bien este. — me dice con tristeza y yo me siento igual que ella. Al saber su situación y la de su familia. Al menos Linda tiene aún a su familia con ella. —No te preocupes, se que ascenderás de puesto pronto. Ya lo verás eres muy buena en lo qué haces, aparte de que no cualquiera se toma el tiempo de enseñar y dar consejos, eso es de un líder. — le digo guiñándole el ojo. Ella me sonríe y asiente. El día se fue volando cuando llegamos a los casilleros ya eran pasadas las 4 de la tarde. —Me pregunto que tuviste que hacer para poder comprar una cartera cómo está. — me dice una mujer que solo con verle la cara se le ve la arrogancia. —Tamara, déjala. Es su primer día y ya empiezas a atacarla. — le dice Linda quien sale de los vestidores en ese momento. —Solo estoy preguntando cómo la consiguió, se que debe de ser una imitación. Estos bolsos cuestan miles de euros. No cualquiera puede pagar por ellos. — dice ella encogiéndose de brazos viendo más a detalle mi bolso. —Es original, y la verdad es que fue un regalo de mi padre. — le digo y ella me queda viendo sorprendida. —y ¿está casado? ¿Soltero? — me pregunta con emoción. Yo saco mi teléfono para ver si tengo alguna llamada o mensaje de Fabián y no tengo nada lo vuelvo a poner adentro de mi cartera y vuelvo a Tamara. —Mi padre murió hace dos semanas. — le digo su rostro cambia. —Oh, yo lo siento. No quise hacerte sentir mal. — me dice tomando su cartera para seguir su camino hacia la salida. —No hay problema. Muchas gracias por todo Linda, nos vemos mañana. Buenas noches. — les digo a las dos con una sonrisa, salgo del lugar y me dirijo a la calle en busca de un taxi. Al llegar al departamento me encuentro con una canasta con frutas en la puerta. Sonrío como una loca ya que pienso que es de Fabián y al ver la nota solo dejo salir un suspiro, pero una sonrisa lo acompaña. Es de parte de Fernando y no de Fabián. Leo la nota e inconscientemente me emociona mucho. “Espero y deseo que tu día sea tan lindo como tú. Con mucho cariño Fernando R.” Eso es lo que se lee en la tarjeta. Levanto la canasta y estoy por abrir la puerta cuando siento una presencia en mi espalda. Al voltear no puedo evitar gritar de la impresión por el susto. Casi dejando caer la canasta. —Lo siento, no quise asustarte. — me dice Fernando ayudándome a sostener la canasta. —No, tranquilo, estaba por abrir la puerta y solo te sentí detrás me asustó verte tan cerca. — le digo y da un paso hacia atrás. Yo sonrío por su acción. —Gracias por las frutas, ¿quieres pasar? — le propongo el me sonríe, dejándome ver su reluciente sonrisa. “Lorena” me regañó. —Si, hoy fue un excelente día y me gustaría celebrarlo con alguien. — me dice, yo siento un leve calor en mis mejillas por su comentario. Abro la puerta y entro antes que el, dejo las frutas sobre la mesa. —¿Te gusta la comida japonesa? — me pregunta, yo asentí. El saca su teléfono y parece hacer un pedido. —¿y que celebramos? — le pregunto y el viene a mi y sonríe. —Pues, que somos amigos. — me dice poniendo su mano en mi hombro. Me deja sin palabras, siento su mano quemar todo mi cuerpo. ¿Que mierda es lo que me pasa cuando estoy cerca de Fernando?
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