✔8. La presión del padre

882 Words
✔ 8. Presión del padre: Enrico seguía durmiendo, seguramente llegaría tarde como todos los lunes. Estos retrasos ya se habían vuelto rutinarios, su secretaria sabía que todos los lunes llegaba tarde, no programaba ninguna cita para los lunes por la mañana. Eran más de las siete de la mañana cuando su madre lo llamó. _ ¡Enrico, despierta! _ Buen día, madre. _ Contigo no hay manera, nunca cambia. En ese momento Enrico se levantó y Sílvia salió de la habitación. Al bajar las escaleras que daban acceso a la habitación, encontró al señor Massimiliano que ya salía a trabajar. _ ¿Está despertando ahora? _ Como todos los lunes. Ella respondió con tristeza, su voz y sus ojos mostraban que no podía ocultar su decepción. No le gustaba que su hijo estuviera cada día con una mujer distinta. Enrico aún no se había hecho completamente responsable. La frecuencia con la que salía durante la semana había disminuido. De vez en cuando ocurría, siempre en busca de sexo. Retrasar esta vez, tendría consecuencias. Cuando volvió a casa después de un estresante día de trabajo, su madre le estaba esperando en el salón con el semblante serio. Su padre, que ya había llegado un poco antes, lo estaba esperando en la oficina. _ Que bueno que llegaste hijo, te estaba esperando. Enrico la saludó, la besó en la frente y preguntó: _ ¿Esperando? ¿Ha pasado algo? _ Tu padre te espera en la oficina, quiere charlar contigo y aclararte algunos puntos que aún no tienes claros. Sintió un escalofrío. Sabía que sería grave, no le gustaban estas aclaraciones. De hecho, las temía. Se dirigió hacia la oficina. Llamó tres veces a la puerta. Esperó. Tenía miedo de cuál podría ser el contenido de esta conversación. _ Entre. Escuchó la voz firme de su padre. Se sentó en la silla frente a la mesa. Esta vez su madre no lo acompañaría en la conversación. En ese momento, recordó la conversación que habían mantenido hacía seis meses. _ Imagino que tiene curiosidad por saber el motivo de llamarte para hablar. El asintió. _ Bueno, iré directo al asunto, sin extenderme demasiado. Espero que prestes mucha atención a todo lo que voy a decir. Estoy satisfecho con su progreso en la empresa. Demostró ser competente. Tiene visión, logró corregir defectos, aumentó las ganancias. Demostró que puede gestionar nuestro negocio. En ese momento Enrico se calmó, después de todo su padre lo estaba elogiando, señal de que estaba cumpliendo con sus expectativas. Lo que significaba confiar en él para hacerse cargo del negocio familiar. _ Pero sigue fallando, llegar tarde a veces es tolerable. Enrico interrumpió a su padre. _ Prometo no volver a llegar tarde. _ Espera, aún no he terminado, solo escucha con atención. Continuando, se que no podrás cumplir tu promesa de no llegar tarde, siempre vas en busca de sexo fácil. En consecuencia, duerme hasta tarde y, como consecuencia, se despierta más tarde, lo que hace que llegue tarde. Como le había dicho en nuestra primera conversación hace seis meses, quería que trabajara y encontrara una buena chica con quien formar una familia. Sólo te tomaste en serio la parte del trabajo, incluso con tus retrasos. Eso terminará cuando asumas la responsabilidad de un matrimonio. Enrico se enfrentó a su padre. _ Papá, no necesito casarme, ya he demostrado que soy capaz de gestionar el negocio de nuestra familia. _ Enrico te casarás y este hecho no está en discusión. _ ¿Cómo me casaré si ni siquiera tengo novia? _ Tenía seis meses para conocer una buena mujer y conquistarla. Perdió este tiempo con aventuras sexuales. Ahora, te doy exactamente tres meses para presentarnos a alguien digno de pertenecer a nuestra familia. Y en los tres meses restantes, prepararemos la boda. Todo dentro del plazo fijado hace seis meses. Su plazo sigue siendo un año, ni un día más. Y presta mucha atención, no acepto que sea una mujer como las que van a la empresa a buscarte. _ ¿Tres meses? Si no lo he hecho en seis meses, ¿ qué te hace pensar que lo haré en tres? Preguntó indignado. Tu padre no puede hablar en serio. _ Sencillo hijo mío, si recuerdas nuestra conversación de hace seis meses, recordarás que con el mínimo de tu herencia haré donaciones en vida a organizaciones benéficas, y una buena parte para tu primo Valentín. Y tendrás que luchar para construir tu imperio, tal como lo hice yo. Enrico, que ya estaba indignado, lo estaba aún más, su primo Valentim estaba soltero como él, sólo llevaba una vida apartada debido a una decepción. Refutó las palabras de su padre. _ Valentim es como yo, no piensa en casarse. _ Valentín no tarda en casarse, su tía ya se está encargando de que suceda. Ahora puedes empezar a pensar dónde conocerás a tu futura esposa. No olvides que sólo tienen tres meses, ni un día más. Fue un error pensar que sólo con un buen desempeño podría deshacerme del matrimonio. ... Gracias por tomarte unos minutos de tu tiempo para leer la historia de "Enrico: Ella será mía". ... Deja un comentario si puedes, es importante. Si crees que la historia merece tu voto lunar, te lo agradezco. ¡Gracias! Adri Sousa
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