✔ 6. Ellos viendo la misma estrella:
En la casa de la familia Oliviatto, la preocupación por su nieta ya estaba presente, pues tardaba más de lo habitual en ir al centro comercial, para comer helado y comprar maquillaje.
Para los abuelos extremadamente cuidadosos, cualquier retraso era sinónimo de preocupación.
Cuando Chiara quiso empezar a trabajar, casi se volvieron locos. No creían que fuera apropiado que su nieta pasara tanto tiempo fuera de casa, trabajando durante el día y asistiendo a clases de maquillaje por la noche.
Después de mucho insistir, incluso en contra de su voluntad, terminaron cediendo al deseo de su nieta.
Querían verla feliz.
Chiara volvió en autobús, la parada estaba cerca de la esquina de su casa. Cuando dobló la esquina, vio a sus abuelos en el balcón.
Imaginó que ya estaban preocupados por su retraso en regresar a casa. Rápidamente pensó en una excusa.
Y sin prisa, caminó por la acera.
Vivían en una calle tranquila y adoquinada. Las casas construidas al estilo de casas adosadas, con muros bajos. Algunas tenían un pequeño patio delantero como la casa en la que vivían.
Le gustaba cuidar las plantas del pequeño jardín. La cama de margaritas era su favorita. No tenía muchas variedades de flores, pero le gustaba el contacto con la tierra. Su abuelo cuidaba el pasto, dejándolo siempre corto.
_ Chiara hija mía, cuánto tardaste. Estábamos preocupados.
¿Sucedió algo?
Preguntó la abuela preocupada.
_ No pasó nada. Simplemente me distraje mirando los productos de maquillaje y no vi pasar el tiempo.
_ Tú y tu maquillaje.
_ Casi iba tras de ti.
En ese momento Chiara solo sonrió, les dio un beso a cada uno de los abuelos.
_ Ahora entremos, mientras te duchas yo preparo la mesa para la cena.
No decía mentiras, siempre pasaba horas mirando noticias relacionadas con productos de maquillaje, pero omitió el hecho de que también tuvo una cita.
Después de la cena, guardó los productos que compró. Se puso un pijama compuesto por shorts y una blusa celeste.
Y antes de acostarse, se acercó a la ventana del dormitorio para admirar la noche.
Le encantaba mirar el cielo, las estrellas, la luna.
Era noche de luna llena, siempre encantaba verla. Siempre con la sensación de que la veía por primera vez, imponente iluminando la noche, rodeada de estrellas
Cuando vio una estrella fugaz atravesar el cielo, podría haber sido una tontería, pero inmediatamente pidió un deseo.
_ Quiero construir una familia como mis padres, llena de amor y unidad y que ninguna adversidad en la vida nos impida ser felices.
Él pidió con fe.
Hizo esta petición porque cada vez que miraba al cielo pensaba en sus padres. Quería tener una relación como la de ellos. Los recuerdos que tenía de los dos eran de una pareja que se amaba y se respetaba por encima de todo. Imaginó que también podría ser así con Renato.
En el otro lado de la ciudad, Enrico mientras bebía su whisky, también admiraba la noche. Pensando en su vida, los acontecimientos recientes, como todo estaba cambiando, sin que él tuviera ningún control.
De repente vio la hermosa estrella fugaz atravesando el cielo, recordó cuando era niño, que su abuela le había enseñado a pedir un deseo cada vez que veía uno. Por instinto lo hizo.
_ Sólo quiero ser feliz.
Miró al cielo y dijo:
_ Abuela, te extraño mucho.
Si la abuela aún viviera, lo ayudaría con el padre, seguro.
En sus pensamientos se reía de sí mismo, deseando a una estrella. Creía que probablemente ya había bebido más de lo debido. Decidió irse a la cama. Era la primera vez que dormía temprano en meses.