MARTIN. Decidí escaparme con Ana, decidí que era hora de salir del apartamento y tener un tiempo en otro lugar. —¿Estás lista? —No tengo idea, porque no se a donde vamos. —Bueno, creo que ropa no vas a necesitar mucha. —Eso me gusta. —sus ojos brillan mucho. Vamos llegando al hotel donde hice las reservas para pasar con ella poco más de 5 días. Por el momento Ana tuvo que pedirle el permiso a Antonio, mi padrastro, pues Cristóbal abandonó por completo el manejo de la empresa debido a sus problemas con Katerina y Alison, en realidad en estos momentos mi hermanos no es más que un pobre desecho de hombre. Pero me voy a dedicar a vivir cada minuto de mi vida junto a Ana, porque no estoy dispuesto a perder el amor, así como lo hace mi hermano. —Llegamos hermosa mía. —¿Ahora soy tuya