MARTÍN. Me siento como en una película de terror. Últimamente me siento demasiado observado, siento que me persiguen, cuando salgo del trabajo y camino hasta las oficinas de mi hermano, para recoger a Ana, cuando estoy con Ana, cuando salgo a hacer cualquier cosa, siento que me persiguen. Pero nunca veo nada, he pensado en un poco de seguridad, tal como hace mi hermano, pero ese nunca ha sido mi estilo. Inclusive el susto que tuve en mi oficina, durante un turno nocturno de emergencia, me han vuelto un poco más paranoico de lo que me gustaría admitir.. Además de todo esto, tengo que añadirle la conversación y primera pelea que tuvimos con Ana, hace unos días, todo sucedió después del almuerzo que tuvo con su padre. —¿Cómo estuvo tu almuerzo? —La abrazo por la espalda. —Bien, ¿Tu cirug