Nada más cruzar el umbral de nuestro piso en vez de recibir una sorpresa de Gael, recibo un inesperado mensaje de Tomás. No sé cómo se las ingeniaba para arruinar mi día, pareciera que tuviese un radar para detectar cuando yo estaba teniendo un buen momento y dejarse caer con todo. Dejé caer todo mi cuerpo en el sofá, me saqué las zapatillas y recargué mi espalda en el respaldo felpudo. Crucé mis manos delante de mí pecho y cerré por un minuto los ojos, necesitaba encontrar el valor dentro de mí para leer ese mensaje y no morir en el intento. Solté todo el aire que tenía contenido en mis pulmones y me incorporé, me recliné levemente para alcanzar el celular que hace un momento había dejado sobre la mesa de centro y leí: “Falta tan sólo 4 días para encontrarte, tomarte de la mano y volver,