Capitulo 42. *Lo que pasa en París, se queda en París. Sonríe con maldad atrayéndome a sus labios que me reciben en un beso excitante. Pasa de mis labios a mis senos nuevamente, empieza a recorrerme sin pensarlo, vuelve atacar mi clítoris palpitante con su lengua que me haces estremecer, no me suelta, lo aprieto del cabello sintiendo morir, no puedo soportarlo y cuando estoy convencida de que me vendré de nuevo, me voltea boca abajo y se hunde en mí de golpe, está vez recorriendo mi trasero en cortos besos subiendo a mi espalda que recorre con suaves besos que me hacen cerrar los ojos. Se levanta nuevamente y me sostiene apretando mis nalgas que abre a su antojo conociendo cada rincón de mi cuerpo, Pero no lo detengo, al contrario me encanta que me haga sentir que tiene poder sobre mí