CAPITULO 26 Nadie, ni siquiera la persona más dura de corazón está preparada para escuchar lo que mis oídos estaban escuchando. - Cuando era joven. Estaba enamorado de una bella mujer. Pelo largo hasta la cintura, ojos color miel. Chistosa, cariñosa. ¡Uf!, con un genio de los mil demonios, pero era la mejor mujer que he conocido. No quise interrumpir. Mi padre hablaba como nunca lo había escuchado antes. Sólo me dediqué a escuchar. Se, que algo cambiará después de contar todo lo que tiene dentro de el. - Nos enamoramos muy rápido. Pero su padre nunca nos dejó estar juntos, por que mi situación económica no era igual o mejor que la de ella. El quería alguien adinerado para ella. Así que decidimos escapar. Ambos teníamos 18 años. Vivíamos en una pequeña casa con una habitación. Ella t