¿Hacemos un Trato?

CAPITULO 3

- Hija, por favor! Necesito que respires y te calmes, todo estará bien, dice papá.

No soltaba mi mano, me la apretaba muy fuerte.

Veo una mano frente a mi cara haciendo un chasquillo.

Salí de mi trance, mirando a mi mamá.

- Mamá, ¿que dices?

- Lo siento hija ,pero en la sociedad que pertenecemos con tu padre, aún se arreglan los matrimonios entre nuestros hijos.

- ¿Que sociedad?, ¿esto es una estúpida broma, verdad?

-No te preocupes, tu prometido es un buen chico. Por favor lo único que te pido que no hagas un escándalo, luego te seguiremos explicando todo.

Toma fuertemente mi brazo y me acerca a su cuerpo. Me zafé de su agarre y la miré fijamente a los ojos.

- ¿Te estás escuchando?. O ¿me estas escuchando mamá?.

Siento mis oídos tapados, escucho solo mi respiración, mi corazón latiendo a mil por horas, mis piernas tiemblan, siento que gira todo.

Siento unas manos en mi cintura. Era mi padre, que se dio cuenta que no me sentía bien. Toma mi cara con sus manos y me dice que todo estará bien. Que nada en mi vida cambiará, amigos, universidad , todo seguiría igual. Pero que debía seguir con esta tradición de casarme con el hombre que ellos habían elegido para mi.

Jamás me espere algo así, es irreal.

-Hija ,nunca pensaríamos en hacerte daño. Mira como resultó con nosotros. Los tenemos a ustedes dos que son nuestras vidas y somos muy felices. No te cierres a esta buena oportunidad que te da la vida.

Lo miraba fijo a los ojos, no podía entender todas las estupideces que me estaba diciendo.

Mientras el me hablaba mi cabecita ingeniosa ya tenía un plan.

Tomo aire en reiteradas veces para poder regular mi respiración, y me paro frente a frente a mi papá.

Me miraron extrañados. No era para más, si había cambiado mi actitud en un segundo. Pero no permitiré que jueguen con mi vida. No soy una niña que pueden manejar a su antojo.

- Está bien papá. Tranquilo ,no haré nada para avergonzarlos. Solo entremos y disfrutemos la noche.

Mientras le decía eso a mi papá, estaba planeando escapar donde sea después de esta maldita fiesta de "compromiso". Solo tenía que fingir esta noche.

- Gracias cariño, sabía que podías enterdernos. Solo deseo que seas feliz. Te amo mi amor.

Se acercó para acariciar mi mejilla, pero no se lo permití.

Lo que siento que fue una eternidad, mientras estábamos parados en la puerta, solo fueron unos minutos. Derrepente siento muchas miradas en mi. Había mucha gente en un gran salón, todos con copas en sus manos.

- ¿Como funciona esto? ,le pregunto a mis papás, como si se tratara de un aparato eléctrico y no de mi vida.

Se acerca mi mamá y me toma de la mano.

- ven hija, te presentaré a algunos amigo.

- Ok, que comience el Show.

Caminamos por el salón ,mientras me presentaba a mucha gente. Ya me dolía la cara de tanto sonreír falsamente, quería que terminara luego esta pesadilla.

Mi plan era pedirle ayuda a mis amigos, para poder salir de todo esto. Mis estudios no se verían afectados, ya que me queda muy poco por terminar. Así que si o si debo salir de mi casa para que dejen de manejar mi vida.

Llegamos a un grupo de personas, estaban muy alegres, conversando y bebiendo de sus copas. Entre ellos estaba un hombre de espaldas hacia mí conversando con otro.

- Hija, ellos son los padres de tu prometido. Elisa y Richard.

- Pero que hermosa eres querida. Dice la señora. -¿Verdad Richard? .

- Si muy hermosa, dice el sin siquiera mirarme.

- Un gusto .Dije, estirando mi mano para saludarlos. - ¿No creen que es un poco extraño conocer primero a los suegros que a mi futuro esposo? ,digo en forma sarcástica.

- Pero querida , eso no es problema, acá esta tu hermoso futuro esposo.

Le toca el hombro al hombre que estaba de espaldas.

- Querido, amor. Ya llegó.

El se gira hacia nosotros. Y me encuentro con tremenda sorpresa.

-¿¿!!Queeee!!??

Se giraron muchas personas cuando escucharon mi grito.

- ¿Samira?

-¿Es una maldita broma!? ¿Verdad?.

Grito furiosa.

-¿Max? ,tu eres ...? .

No termino de hablar cuando siento que me toma de la muñeca y me saca corriendo del salón hasta el jardín.

- Samira, ¿me puedes explicar que esta sucediendo.

Me dice en tono molesto.

-¿Acaso anoche tenias todo planeado para conocerme antes del compromiso?

- jajajja!!!, muchas películas amor mio.

Le grito con rabia.

- ¿No será que tu fuiste a conocerme?.

- Si claro, planie todo a la perfección, hasta incluso tu torpeza de chocar conmigo.

Pongo mi mano en la frente o mejor dicho me pegué en la frente . Me sentía perdida, no entendía nada.

- Mierda ,mierda, mierda!!! Esto no puede estar pasando.

- ok, ok, ok! Dice Max. - Por lo que veo ,no tenías idea del matrimonio arreglado.

- Claro que no. Esto es ridículo, no podría casarme con alguien que no conozco.

- Corrección.

Dice tocándome la punta de la nariz con su dedo índice.

- Ya nos conocemos, y por lo que percibí anoche, no te desagradó mi compañía. Hasta incluso creo que tuvimos química. Ríe.

- Por Dios Max!!! ¿En que mundo vives?. ¿Acaso sabias que era yo tu futura esposa?

- No. Pero ahora que lo sé, no me disgusta.

Me miró fijamente. No puedo negar que es muy lindo, pero eso no basta como para casarse con alguien.

- Deja de hablar tonteras, no pretendo aceptar esto. Nos señalo a ambos. Aparte que tengo novio y estoy muy enamorada de él, no creo que a el le guste mucho esto del compromiso.

- ¿Novio? ,por favooor, anoche no se notaba que tenias novio cuando me mirabas con cara de comerme.

Me quede callada, tenía razón, pero no le daría la razón.

- Max, Max, Max...

- Máximo...

- ¿Qué?

- Mi nombre es Máximo, debes saberlo ya que serás mi esposa.

- ja! ,no me hagas reír, eso no pasará, ya te lo dije. Y para que sepas, anoche te miraba, porque me gusta mirar a la cara cuando me hablan.

- Ok, como tu digas, mi querida Sam.

- Samira para ti. Me doy la vuelta y comienzo a caminar hacia el salón.

Siento que me toma del brazo y me da vuelta, quedando pegada a el.

Lo quedo mirando fijamente y me suelta.

Levanta ambas manos.

- Perdón, perdón. Escúchame un momento Saaaam...ira.

Me río al escuchar que se corrige al decir mi nombre.

- Te escucho Maaaax...imo.

Mete una mano en su bolsillo ,mientras que con la otra acomodaba su cabello. Llevaba un traje color azul oscuro, con camisa blanca y corbata negra. Se veía perfecto, eso no lo podía negar. Máximo es muy guapo. ¿Guapo?...naaa...es un maldito adonis...

- Ninguno de los dos queremos esto. Yo soy un convencido que para casarse debe existir amor por ambas partes, y eso no existe en esta situación. Pero podemos verlo como un beneficio.

Mira tu, un hombre romántico.

- ¿Como así?

- Claro. Mira, mis padres me contaron todo ayer, no tenia idea de que aún existían estas tonteras. Me explicaron que nos darian un mes para conocernos, para hacer todo los preparativos. Por lo menos en eso podenos decidir. También me dijeron que al casarnos, ambos recibiriamos una buena cantidad de dinero.

- ¿De que hablas?

- Eso. Que cuando nos casemos ambos vamos a recibir dinero, ¿cuanto?, no lo sé, solo se, que es mucho. Podemos hacer lo que queramos con nuestras vidas. Piensa que seremos amigos viviendo juntos. Si quieres puedes seguir con tu novio, siempre y cuando sean discretos. Porque si alguien se entera ,estaremos en problemas.

Si supiera que no existe ningún novio y que solo se trata de compañía....sexual.

- ¿y cuanto debe durar esta falsa?

- un año

- UN AÑOOOO!!!. No, imposible. No aguantaré.

- Piénsalo bien. Podrás hacer lo que quieras. Viajar, salir, sin dar explicaciones a nadie. Dormiremos en habitaciones diferentes. No sucederá nada entre nosotros. Nadie se dará cuenta.

- Me gustó eso de los viajes y no dar explicaciones a nadie.

- Entonces ¿Hacemos un trato? , dice Max.

Me guiñó un ojo y estiró su mano para cerrar el trato .

Algo me decia que debia aceptar. Pero por otro lado que saliera corriendo, esto era irreal.

Lo pensé un momento. ¿Que tan malo podría ser?. Era esto o salir corriendo sin ni un peso. A demás, no creo que sea tan terrible vivir con el, aunque no lo conozco en nada. Pero....ya no viviré con mis padres y podré vivir mi vida tranquila.

- Trato hecho, Cariño.

Nos dimos las manos para cerrar el trato.