Vengo de una familia muy conservadora y reservada. A mis padres no les gusta que salga mucho y me relacione con gente que no me convenga. No se a que gente se refieren.
Mis dos grandes amigos de la vida son Jacob y Angélica. Los tres estudiamos juntos en la Universidad. Son los únicos con los que me dejan salir, ya que nuestros padres son amigos de infancia.
Tengo un "Amigo" especial, con el cual estudio y salgo de vez en cuando, no me gustan las relaciones serias. No estoy enamorada de Francisco, nunca me he enamorado, solo busco un poco de compañía y nada de compromisos.
Recién tengo 23 años como para amarrarme a un hombre. Quiero hacer muchas cosas en mi vida antes de hacerlo. Si es que lo hago.
Vivo en una linda ciudad, no puedo decir lo contrario. Pero hace tiempo que quiero salir de acá. Lejos de mis papás que son demasiado aprensivos.
Pensé que lo haría en mis estudios universitarios, pero para mi mala suerte la facultad queda a 30 minutos de mi casa.
El viernes es mi cumpleaños. Con mis amigos estamos organizando una salida a algún bar. La verdad que no he ido a muchos ya que mis padres son un poco extrictos y no me dejan salir mucho, espero esta vez no tener problemas y poder disfrutar mi día.
Invitamos a algunos compañeros, así vamos un grupo más grande y no solo los cuatro.
La semana pasó muy rápido, por fin es Viernes
Salimos de clases , con los chicos caminamos hacia la plaza del pueblo, donde hay una heladería, que tiene distintos sabores de helados.
Al terminar nos despedimos de Francisco. Para tomar rumbo a nuestras casas.
- Nos vemos a las 9 en el Bar.- dice Francisco.
- Siii!!! .-Gritamos los tres al mismo tiempo.
Caminamos a nuestras casas que no estaban muy lejos de la plaza. Con Angi íbamos conversando del outfit que nos pondríamos esta noche. Jacob no iba nada feliz, dice que es una tontería lo que hablamos ,ya que con cualquier cosas que nos pongamos nos veremos bellas.
Me despido de mis amigos. Y quedamos que pasarían por mi a las 8 y media.
Después de almorzar con mi familia, decidí dormir un rato para estar descansada en la noche.
Estaba recién despertando cuando sentí a lo lejos murmuros. Era mi familia que entró de golpe a mi habitación cantándo el cumpleaños feliz. Mi madre traía un rico pastel de Chocolate con las 24 velas, parecía incendió.
Mi padre y Julian,mi pequeño hermano, traian unos regalos en sus manos.
Era un vestido de noche n***o con un hermoso escote por delante y por detrás, zapatos a juego y unos hermosos aros y collar. Yo les agradecí de corazón, pero la verdad que no le encontraba mucho sentido, si jamás he usado ese tipo de ropa y menos joyas. ¿Donde los podría usar? . Yo feliz con unos chocolates o un libro. Pero debo conformarme con esto.
Eran las 7 de la tarde ,estaba en mi habitación aún acostada ,me dolía un poco la cabeza y no tenía ganas de levantarme, me quedé dormida un rato más.
Despierto asustada, ya estaba de noche, pensé que era más tarde. Pero al ver la hora me fije que eran las 8. Entré rápido al baño, me ducho , agradecí esa ducha, alivió mi dolor de cabeza. Rápidamente me vestí muy sencilla, jeans, top n***o y unos tacones negros, deje mi cabello suelto ,me maquillé muy suave y lleve una chaqueta para la vuelta a casa.
Justo 8 y media y mis amigos estaban golpeando a la puerta. Mis padres los recibieron. Cuando llego a ellos, le estaban dando un sermón, que debíamos cuidarnos, que no habláramos con extraños y todas esas cosas típicas de los padres que le dicen a sus hijos cuando salen. Me pareció extraño que mi madre no dijera nada y me dejara salir sin problemas.
Salimos rumbo al Bar.
Jacob y Angélica tenían una conexión especial que ni ellos entendían, tenían una relación de amor y odio ,pero para serles sincera creo que estos dos están locos de amor el uno por el otro, y siento que ya a pasado algo entre ellos.
Seguimos caminando hasta llegar al pueblo. Todo era tan hermoso. Había una pequeña plaza iluminada con unas guirnaldas de luces muy hermosa. Alrededor de la plaza mesas donde la gente se sentaba a comer distintas cosas, ya que había unos puestos de comida que olían muy riquísimos.
Unas cuadras más allá llegamos al Bar. Afuera está Francisco junto a otros compañeros esperándonos para poder entrar juntos. No hicimos fila ya que teníamos una lista por estar de cumpleaños.
Un mesero nos guió a una esquina del bar donde habían unas mesas reservadas para mi cumpleaños, estaba adornado con globos y un letrero de Feliz cumpleaños. Angélica me comento que Francisco había organizado todo eso. Me acerco a él, agradeciéndole con un abrazo y un pequeño beso en los labios.
- Gracias Fran, está todo muy hermoso.
- De nada hermosa. Lo que sea por ti.
Tengo que reconocer, que cuando me dice esas cosas, siento mariposas en el estómago. Pero solo eso. No me siento enamorada de él. Le tengo cariño, pero no lo amo.
Jacob gritó como loco.
-¡vamos mis hermosas princesas es hora de sacudir esos hermosos cuerpos!.
Con Angelica nos reímos al unísono y luego gritamos como locas, mientras saltabamos junto a mi loco preferido y los demás invitados.
Nunca me había divertido tanto, saltamos, gritamos. Asi estuvimos un buen rato, pero tenía que ir al baño. Aproveché ya que los demás se habían ido a sentar y quedamos solo Jacob, Angi y yo, así los dejaba solos un rato.
Estando afuera del baño, comencé a sentirme un poco mareada y los ojos me ardían mucho. No le di mucha importancia, quizás era por la música, o la gran cantidad de gente que había dentro del bar.
Al entrar al baño comenzó un ardor inexplicable en mis ojos y me dolía mucho la cabeza corrí muy rápido a mojarme las mano y la cara. Estuve un buen rato en el baño esperando a que se me pasara este malestar. Varias veces había tenido estos episodios ,pero se me pasaba al rato. Durante toda mi vida me han realizado un sin fin de exámenes por el dolor de cabeza. Pero nunca encontraron nada, así que llegaron a la conclusión que sufría de fuertes migrañas y que solo yo podía evitarlas. No mucho estrés, nada de alcohol, cigarrillos, ni drogas. Sólo consumo alcohol, pero en ocasiones especiales y esta es una de ellas. Pero si estoy pasando por mucho estrés. Ya se vienen los exámenes finales y eso me tiene histérica.
Salí del baño en busca de mis amigos, iba tan distraída que tropecé torpemente con alguien y caí. Cuando me repongo del fuerte golpe que me di en el trasero ,vi una mano que me ayudaba a levantarme.
Cuando me levanto...Por los Dioses del Olimpo...ahí estaba, un moreno de ojos verdes, alto ,con su cabello muy bien peinado, es guapísimo. Me di el tiempo de mirarlo desde los pies a la cabeza.
- ¿Estás bien?. Te diste tremendo golpe. Ríe.
- Si gracias. Disculpa venía distraída.
- Pensé que arrancabas de alguien, porque venías corriendo.
- No. En serio, lo siento.
Seguí caminando y vuelvo a marearme. Esta vez casi al punto de desmayarme. Me agarró de la cintura, para no caer.
- Creo que no estás nada bien. Ven vamos al bar para que tomes un poco de agua.
Yo solo asentí.
Llegamos al bar y el pidió un vaso de agua, me lo tomé muy rápido.
- Tranquila, toma más lento, te puedes ahogar.
Lo miro a la cara mientras asentía y vi esos ojos verdes que se iluminaban en la oscuridad del lugar. Estaba hipnotizada con ellos.
-¿Que?!
- Te decía que soy Max, mucho gusto.
- Hola Max, soy ....
-Amigaaaa ¿donde estabas?
Escucho a mi bella Angelica gritar, justo en el momento que le diría mi nombre a Max.
- Estábamos preocupados por ti. -dice Jacob mientras le pasaba el brazo por los hombros a mi amiga.
Max se presentó y les explicó que tropecé con el cuando salía del baño.
- ay! Amiga la suerte tuya. -rió.
Jacob solo la miro y movió la cabeza.
Max, rió por las ocurrencias de mi amiga
¡Ay no!. Tiene tremenda sonrisa. Estaba pegada mirándolo, hasta que se dió cuenta.
Sentí que me sonrojada, que vergüenza.
- Mucho gusto, soy Max.
Se presentó con mis amigos.
- Un gusto, Jacob
- Yo Angélica.
Max omitió que me había sentido mal. Y lo agradezco, así no los preocupo.
Estuvimos conversando y bailando los cuatro un buen rato, como si fuéramos amigos de toda la vida.
Max es estudiante de medicina, tiene 24 años y vive con sus padres, tiene un hermano mayor, llamado Andrew. Le contamos que los tres estudiábamos Pedriatria en la facultad de la ciudad.
Cuando Max me miraba sentía que me sonrojaba, tiene una mirada muy fuerte, pero no de esas miradas fuertes que dan miedo, si no, de esas que dan escalofríos, que te ponen nerviosa.
- Max, ¿sabias que hoy es el cumpleaños de mi amiga?. -dice Angelica.
- mmmm, no. Me mira fijo y abre sus brazos. Entonces bella, muy Feliz Cumpleaños!!! , que tengas un hermoso nuevo año.
- Muchas gracias. Presiento que este nuevo año será maravilloso.
Pasó el tiempo volando y se me olvidó mis demás amigos. Francisco se acerca tomándome por la cintura, se despidió de mis amigos, a Max le hizo un movimiento de cabeza y a mi me dio un beso en la mejilla. Parecía que estaba marcando territorio.
Ya era hora de irse. Con disgusto me despedí de él, no quería irme.
Se ofreció llevarnos a casa, pero Jacob le dijo que no se preocupara que vivíamos cerca y que siempre volvíamos caminando para aprovechar la noche. Angélica y yo pusimos los ojos en blanco. Obvio que quería que me fuera a dejar.
-Está bien, que lleguen bien a sus casas. Buenas noches.
-Buenas noches dijimos los 3 al mismo tiempo.
Cuando me disponía a seguir a mis amigos, Max me toma la mano para girarme hacia el .Guau! Me dio una electricidad en todo el cuerpo.
- Tu nombre...
-¿Que?
- No me has dicho tu nombre, recordé que nunca me lo dijiste.
-Samira, me llamo Samira.
- Hermoso nombre .
Se acerca y me da un beso en la mejilla.
Giro en los talones y corro junto a mis amigos que me estaban esperando.
Ya se imaginarán todo lo que me molestaron camino a casa.
Cuando llegué a casa, mi padre aún estaba despierto viendo televisión.
- ¿Como lo pasaron cariño?
- Bien papá, bailamos harto. -Omití algunos detalles de la noche.
- Que bueno hija. -Se para y me da un abrazo. -Descansa hija, nos vemos mañana. Te amo.
- Buenas noches.
- Buenas noches pequeña.
Ya en mi habitación, me saco el maquillaje y me pongo pijamas. Me recuesto en mi cama con una sonrisa ,no me había dado cuenta, hasta que me dolió la cara de tanto sonreír. Estaba recordando esta gran noche. Bailé, grite, salte, canté y conocí a Max. Tan bello, esos ojos verdes que me hipnotizaron, sonrisa perfecta.
Me quedé dormida pensando en él. La verdad, es que me gustó mucho.
Ahora que lo vea de nuevo, será muy difícil. Si me hubiese pedido mi número, se lo doy sin pensarlo.