XIV

1405 Words

Pasaron tres días desde lo ocurrido, Elizabeth había vuelto a casa, se había recuperado. Nunca entendió que le sucedió y mucho menos el diagnostico que el doctor le había otorgado. Ella jamás había consumido drogas en su vida, y menos sedante como los que habían detectado en su sangre. Elizabeth comenzó a sospechar de Alice, aquel brebaje para nervios no dejaba de darle vuelta a la cabeza. Cuando fue citada por Bianca a Sayer Corp., supo que algo no estaba bien. La rubia entró en la oficina de Bianca, la mujer estaba seria, con el rostro consternado. La joven tomó asiento —Elizabeth, estoy muy preocupada por tu salud, nos hemos enterado con desagrado sobre los medicamentos que consumes, realmente estoy dolida, porque creo que te he dado la confianza para hablar de cualquier tema. —Señ

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