Holland infla su pecho y muerde su labio inferior mirando la fachada del enorme castillo y Palacio por el cual nació y vivió durante muchos siglos.
Sonríe con algo de melancolía mientras que acomoda su cartera y su chaqueta para darse media vuelta y retirarse de la propiedad sabiendo que tiene un auto esperándola unos metros más adelante Gracias a que uno de sus hermanos le pidió a uno de los empleados del palacio que la pudiera acercar hasta donde ella quisiera.
Era un sinfín de emociones y algo de melancolía lo que recorría justamente ahora por su cuerpo al saber que habían podido pasar una hermosa y perfecta mañana y hasta incluso una extensa tarde que sucedió nada más y nada menos que por empatía y por comodidad de que todos los presentes Se sentían a gusto y que estaban manteniendo
