Samay muerde su labio inferior y sonríe cuando se terminan de despedir finalmente de toda su familia, la verdad es que la pedida de mano había resultado verdaderamente extraordinario que por sobre todas las cosas también el almuerzo que ambos chicos habían preparado había salido increíble.
Pudiendo así, disfrutar de un momento en familia de por sobre todas las cosas celebrar la unión ahora mucho más formal de una pareja que ya desde hace varios años se merecía está formalización y por fin el musculoso había tomado cartas en el asunto al respecto.
—¡gracias por todo, la verdad que fue un mediodía y tarde completamente hermosa!— Ella sonrie de costado y vuelve al morder su labio inferior algo ruborizada.
—te mereces todo lo mejor amor... solo que probablemente me demore unas decada— frunc
