When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
No tiene ni idea de cuánto tiempo se le va de las manos al seguir en aquella postura contra la ventana queriendo mantenerse oculta de cualquier persona que está rondando por la propiedad ahora mismo. Lo único que la sorprende, y para bien, es el hecho de que nadie la haya ido a buscar. La conversación con la morocha la había dejado completamente fuera de lugar... Aúnque, lo único que tenía claro en la mente era el hecho de salir por aquella puerta de inmediato y volver a su departamento. Volver a la normalidad de su vida, estár en su pastelería y en su clínica médica para poder ayudar a los niños que más lo precisaban. Ni hablar del hecho de anhelar con total locura la libertad de pisar la calle sin tener la obligación de rendirle cuentas a nadie, especialmente al híbrido, por supuesto