—¡¿que carajos fue lo que paso?!— stephen lo espera con el entrecejo fruncido, viendo como Egan arrastra a un vanko semi inconsciente. Su amigo pone los ojos en blanco y lo mira entre frustrado y cansado. —si supiera no te hubiera pedido ayuda— se queja ronco. Stephen niega con la cabeza y se acerca para poder sostener al musculoso desde el otro lado. Vanko balbucea algo inentendible y se apoya en su amigo cerrando los ojos. Stephen los guía hacía uno de los sillones y lo dejan caer allí con su cabeza hacía atrás y un suspiro saliendo por sus labios. —vendrá un medico en breves— murmura. Egan asiente cerrando los ojos y suspirando. —¿porque estamos tan fallados?— se queja chssqeuando la lengua. A lo que su amigo sonríe burlón mirándolo con una pizca de malicia en su rostro. —¿no c