—¿Quien carajos elige esos uniformes?— Se queja algo ronco. Egan le ofrece una cerveza a Vanko, quién la acepta con una mueca de desconcierto total en su rostro. Por eso mismo el castaño lo mira divertido tomando asiento en las gradas junto a su amigo. Tenían un gran privilegio al estar solos en aquella grada, junto a sus guardias de seguridad apartados y distribuidos por la misma... Mientras que Adrik y Stephen se encontraban en el campo de juego alentando a las chicas que estaban por comenzar su partido de hockey. —Estaba seguro de que no te importaba cómo vestían, porque sólo te importaba que se desnudaran para vos.— Bromea guiñandole un ojo. Vanko sonríe de costado burlón, sin embargo vuelve a observar hacia el campo y su entrecejo se frunce molesto. —¡Está la hermana de Adrik, es