Holland estaba realmente en una gran encrucijada en la cuál parecía no podía poder despertar de esa sensación adormecida de estar entre sus brazos de aquella manera tan especial. Mientras qué el híbrido no hacía más que llevar a que esa situación hacia los extremos más profundos cada vez que sus manos grandes y fuertes recorrían su pequeño cuerpo con una absoluta precisión y por sobre todas las cosas que tiendo marcar un ritmo constante para obligar en cierto modo a la castaña a que no pudiera separarse de él y que por sobre todas las cosas pudiera dejarse el liberar y sentir lo mismo que él estaba sintiendo en estos momentos y no estaba ocultando de ninguna manera. Muy atrás habían quedado las conversaciones y las discusiones entre los dos, ahora mismo lo único que importaba eran sus cu