Yacob:
Habían pasado solo una semana desde que el señor Joseph había salido del hospital, contra cualquier pensamiento pesimista de mis amigos y de algunos de los mayores, solo la señora Elizabeth y yo habíamos permanecido optimistas ante la recuperación del señor Joseph, no por ello no implica que al traerle a casa, a salvo, los Berg no lo celebraran, junto con los Nilsen y con mi madre y conmigo, casi pareció una de las reuniones típicas de navidad, solo que a destiempo.
La recuperación y cuidados especiales que le habíamos dado al señor Berg solo me había proporcionado una excusa perfecta para hacer algo más que pensar con mi admisión para la universidad, de la cual aun permanecía a la espera de una respuesta con respecto a mi aceptación. Trataba de no pensar a menudo en el
