-Nico- -¿Recibe muchas visitas en su oficina, profesor?- su tono sonó a reclamo y pareció apenada por ello puesto que al terminar de hablar ella se sonrojó y puso de pie antes de que llegara hasta ella. Mis ojos viajaron por esas piernas descubiertas por microsegundos antes de que acomodase su falda-Me voy- avisó cruzando a mi lado y no me contuve. Sostuve tu antebrazo recostandola a la pared de fondo. Una de las buenas cosas de mi vaga decoración eran las paredes libres. Con una rodilla separé sus muslos sosteniendola en su sitio. Su cabello estaba revuelto y mechones de este caían sobre su rostro, su labio inferior tenía un color rosado intenso y natural. Fui por él. Su boca se abrió para mí dandome la autorización de apropiarme de ella, como tanto deseaba. Mi lengua hizo su trabajo y f