-Nico- Alex me miró aterrada, de inmediato me arrepentí. Lucía como si fuese a desmayarse, ella recogió sus cosas y salió del salón corriendo. Todos murmuraban y algunos se reían. Mi primer instinto fue correr tras ella, casi lo hago. Pero recordé mi posición y era imposible que dejase al grupo solo sin que nadie se quejara. La vi marcharse llena de sentimientos terribles. Causados por mi maldita costumbre a tener el control. -¿No le dirá nada?- preguntó su amiga preocupada. Pensé en qué responder y decidí disimular, aunque eso me costara. -Pollock, al frente y lee- dije indiferente pero la realidad es que cuando la chica empezó a contar su historia sobre algún caballo blanco, saqué mi celular con disimulo y empecé a textearla. Alex no contestaba y sentía un escalofrío en mi nuca. La