—¿Qué ocurre? —preguntó Kane al verme. Me quedé unos segundos en silencio, meditando si decirle el caos que estaba causando su semi desnudez en mi interior era algo que haría una persona normal. —Vine por un poco de agua —dije finalmente, decidiéndome por lo que consideré menos problemático. Kane se alejó un paso, despegando su cadera de la pequeña nevera y gesticuló hacia ella, indicándome que podía tomarla. Me acerqué, pero de pronto fui muy consiente de que así como él solo llevaba aquel pantalón de pijamas, yo iba vestida con un ligero camisón, que no estaba hecho para soportar las altas temperaturas de mi cuerpo teniendo a ese hombre cerca. Procuré inclinarme sin mostrar demasiado, pero podía sentir la mirada de Kane fija sobre mí, limitando y entorpeciendo un poco mis movimientos