CAPÍTULO DIECIOCHO
Una hora más tarde, Riley estaba junto al jefe Sinard afuera de la sala de interrogatorios de la comisaría de Angier. Los dos estaban viendo y escuchando mientras Jenn entrevistaba a Iván “Trip” Crozier, quien estaba sentado y esposado a una mesa pesada.
Trip mostraba los golpes que había recibido de vuelta en el parque de casas móviles. Tenía la cara magullada y vendada. Pero Riley no sentía pena por él.
“Es una escoria”, pensó. El mundo sin duda sería un lugar mejor sin él en las calles.
Pero ¿era el asesino que estaban buscando? Riley todavía estaba tratando de averiguarlo.
Era evidente que Jenn, quien estaba haciendo todas las preguntas correctas, también estaba tratando de averiguarlo.
Ella dijo: “Usted afirma haber estado en Des Moines la noche del asesinato
