CAPÍTULO ONCE Riley pasó mucho rato tratando de averiguar qué es lo que le parecía extraño de la casa donde Katy Philbin había vivido. Se había sentido incómoda desde que ella y Jenn entraron por la puerta principal. Como Riley se esperaba, la sala de estar estaba llena de personas, amigos y vecinos, la mayoría de ellas mujeres. Como solía suceder en pueblos pequeños, la comunidad estaba uniéndose para ayudar a una familia en un momento de crisis. Entonces, ¿por qué la escena le parecía algo extraña? Pero luego entendió. Todo parecía asombrosamente organizado y adecuado. Todas las personas parecían estar vestidas con sus mejores ropas. Habían traído comida y la habían dispuesto sobre la mesa del comedor, y todo el mundo estaba o bien haciendo una tarea asignada o hablando en voz baja.