Nicol acababa de salir de mi oficina, eran las 12 del medio día y mañana era la operación del joven Marc Arlet, había que hacerle un transplante de corazón, solo tenía diecinueve años, se podría pensar que sería algo sencillo o normal, debido a que una persona de esa edad suele estar fuerte, pero el joven Arlet era todo lo contrario. Esta sería su tercera operación y eso lo complicaba todo. Debido a su condición, se le había reparado la válvula aórtica y sustituido la mitral, pero su estado de salud no había mejorado en lo más mínimo. Tenía que recibir siempre transfusiones de sangre, tenía poca producción de glóbulos blancos y aunque su enfermedad era congénita, había sido no hace mucho detectada. Aún más complicado, su corazón se fue estropeando debido a que no recibía las condiciones ad