Lady Queral recorrió los pasillos del palacio, preocupada por Aurora. Si bien la muchacha era muy astuta, todavía seguía siendo una niña que, de un día para otro, le tocó controlar todo un país entero sumido en la crisis. Y aunque hacía todo lo posible por apoyarla, sentía que no era suficiente. Y mientras paseaba, le pareció ver a Janoc recorriendo los pasillos. Eso le extrañó, porque era bastante tarde y el muchacho era de dormir temprano. Pero notó que caminaba agachado, abrazándose con fuerza y dando pequeños quejidos, como si lo hubiesen golpeado. Rápidamente se acercó a él y le preguntó: - ¿Janoc? ¿Qué te sucede? ¡Ay, por la Diosa! ¿Fueron infiltrados? Janoc negó con la cabeza y se apoyó en el hombro de lady Queral. Ella lo sostuvo y dijo: - Te llevaré al ho