Avanzo por el pasillo y cuando estoy a mitad de camino me encuentro con Osmán.
Mira detrás de mí y niega.
―Veo que te has encontrado con el dúo dinámico ―murmura.
Segundos después aparecen Karla y su amiga que pasan a nuestro lado sin darnos una segunda mirada.
―Sí, este salón se encuentra repleto de cínicos ―espeto ―empezando por ti.
― ¿Yo? ―abre los ojos.
―Sí, tú. El hombre que me engaño y participo en los planes maquiavélicos de Celina.
Suspira.
―Jenna.
―Sabes, pensé que eras mi amigo y que querías a tu primo.
―Vamos, Jenna, ¿tú habrías aguantado todo eso estando embarazada?
―Tenía derecho a saber todo lo que estaba ocurriendo―lo corto― Pero eso ya no tiene solución, lo que me parece aún más despreciable es que, cuando me reencontré con Dante, tenías que haber dicho la verdad
