Con un suspiro frustrado observo como las personas caminan por las calles frías de la ciudad. Realmente el ambiente no es tan diferente, solo más movido, más ruidoso y con más olor a contaminación.
- Jade – volteo a Fran y con una pequeña sonrisa recibo el vaso con café que me entrega – Hablé con la encargada y ambos podremos empezar a trabajar mañana – levanto levemente las cejas con sorpresa.
Literal llegamos hace un par de horas y ya nos consiguió trabajo y un pequeño y sucio aparto estudio que nos servirá perfectamente para vivir.
- Eres asombroso, acabamos de llegar y ya lo conseguiste todo – casi como si lo hubiese planeado perfectamente y haya preparado las cosas desde antes de salir de casa.
Él parece leer a la perfección lo que quiero decirle entre líneas porque rasca su barbilla nervioso y voltea a otro lado. No necesito más confirmación que esa.
- Gracias – repito por lo que se siente por enésima vez, pero es que no tengo más que decir que eso. Sin él no solo estaría sola y deprimida en una ciudad, sino que lo más probable es que también en la calle pensando que debería hacer realmente.
- Ya deja de agradecer, vamos a casa – estira una mano y me ayuda a levantarme, pero cuando hace un amague por soltarme no se lo permito, por el contrario, entrelazo nuestros dedos y aprieto suavemente su mano.
- No me sueltes – le pido suavemente viendo al frente fijamente, perdiéndome en mis pensamientos que parecen no querer dejarme concentrar en nada más que en ellos.
No son voces, no tengo ningún problema psiquiátrico. A veces son solo flashes que vienen a mí, pequeños fragmentos de recuerdos que me sumergen y no me dejan emerger, y otras veces, la mayoría, no es nada, es un adormecimiento que, aunque me permite ver lo que tengo al frente, es como si dejara de escuchar o prestarles realmente atención a las cosas.
Al principio me asustaba y cuando volvía en mi me preocupaba pensando que estoy loca, que quizás no es tristeza sino una depresión grave que quizás pueda evolucionar a problemas más graves que terminen empujándome a cometer una locura, pero ahora, a una semana de mi perdida y viviendo esto, me resulta curioso.
Nunca entendí realmente eso de mirar, pero no observar, o cuando dicen que se oye peor no se escucha; pero ahora si lo entiendo a la perfección, es como que tengo los ojos abiertos y soy capaz de ver, pero realmente no sé qué está pasando frente a mí porque no estoy prestando atención.
En pocas palabras, mis sentidos están funcionando, pero están desconectados.
- Jade – suavemente, Fran me saca de mi mundo y es cuando caigo en que llegamos al edificio donde viviremos temporalmente. Ya antes habíamos venido a dejar nuestras cosas - ¿Qué piensas? – pregunta al ver como nuevamente me sumerjo en el silencio viendo el lugar, consiguiendo más manchas de moho que antes.
Es lindo, con una limpieza profunda y nuevos muebles seria asombroso, pero lo que se ve es lo que se tiene y para mí es como si fuese un palacio comparado con la idea de llegar a la calle por no querer derrochar dinero en un hotel.
- Es lindo – las ventanas están forradas por lo que no puedo ver hacia afuera, pero la ventaja de esto es que tampoco pueden ver hacia dentro y es algo asombroso ya que estamos en un segundo piso.
- No, me refiero a cuando te quedas en silencio – inclino suavemente la cabeza para prestarle más atención a Francisco. Es primera vez que lo pregunta, pero sé que es una duda que tiene casi desde el principio.
- A veces recuerdos, a veces nada – me siento a su lado y tomo suavemente su mano - ¿Tu que pensabas? – recuerdo que hace un tiempo me comentó que perdió a ambos padres cuando cumplió dieciocho, lo que es relativamente cercano, y que le afectó mucho porque eran muy unidos.
- Quería irme con ellos – hace una mueca, pero yo asiento brevemente entendiendo sus palabras.
- Claro – es lo único que digo antes de volver la vista a la sala. Hay algo en ella que me hace no poder dejar de verla, y es que a pesar de todo me parece muy bien administrada en cuanto espacio y es muy linda.
- Jade – vuelve a llamarme por lo que hago un pequeño ruidito indicándole que lo escucho - ¿Qué piensas ahora?
- Es un lindo lugar, muy sucio, pero es lindo – comento lo que tiene dando vueltas en mi cabeza.
- Estas siendo muy dispersa – tiene razón, por lo que se lo confirmo con otro sonido - ¿Crees estar deprimida? – lo pienso un momento, pero no sé qué responder realmente a eso.
¿Extrañar tanto a alguien es estar deprimido? ¿o lo es el querer acompañar a tus seres queridos a la otra vida? ¿las voces que dicen que te hieras es depresión? ¿el dolor en mi pecho es depresión?
No lo sé, no lo creo. Un psicólogo podría decirlo, pero al final del día también es un ser humano que puede equivocarse ¿qué le asegura a uno que su paciente es depresivo y no solo no sabe expresar sus sentimientos? ¿para qué Fran quiere saber lo estoy o no?
- No sé, no creo – comento suavemente después de un agotador maratón mental en donde estuve básicamente filosofando sobre mis emociones y sentimientos.
- Te demoraste mucho para responder – vuelvo a voltear y me consigo con su rostro mortalmente serio, incluso parece algo molesto y mi nueva pregunta es el porqué de su enojo y hacia quien va dirigido.
- Solo estoy pensando bien mi respuesta, no tienes que enojarte – me acerco a tomar su hombro, pero se levanta de golpe y empieza a caminar de un salto a otro sorprendiéndome y dejándome estática sin saber cómo tomar su reacción.
- Yo me sentía terrible y quería morirme para irme con ellos, pero tengo una vida y a ellos les hubiese gustado que la viviera ¿sabes? A veces es difícil, pero puedo con ello. Tú también, no te dejes hundir, tienes que vivir, ahora estás conmigo, así que si no es por ti hazlo por mí, no me dejes solo – me pongo de pie y lo tomo de sus brazos para calmar su pequeño ataque de histeria.
- Todo está bien Fran, quiero vivir ¿sí? No tienes que asustarte por eso, lo mismo le dije a Grayson, no voy a hacer una locura – solo estoy muy triste, pero es lo normal, cada quien atraviesa su luto a su manera y la mía está siendo esta.
- Pero es como si estuvieses vacía – quiero negarlo para tranquilizarlo, pero imposible hacerlo cuando así es exactamente como me siento.
- Sí, pero eso no es igual a querer morir – me encojo de hombros, pero él me mira como si hubiese dicho una barbaridad.
- No es un chiste – y no sé quién dijo que buscaba ser chistosa cuando escasamente lo era antes.
- No estoy haciendo uno, escucha, sí, me siento vacía, pero todo es transitorio, podre con esto, no tienes que preocuparte – me ve fijamente a los ojos y niega antes de apretarme en un abrazo que logra sacarme el aire.
- No has llorado más ¿cierto? Quizás si lo haces y te desahogas logres volver a ser tu – acaricia mi espalda y me dejo mimar un poco más antes de separarme en búsqueda de mi espacio personal.
- No puedo hacerlo – me encojo de hombros porque simplemente las lágrimas no han salido más.
- Es imposible – me ve fijamente como buscando respuesta en mis ojos, y parece conseguir lo que buscaba porque entre suspiros me deja y se dirige a la cocina – Haré cena ¿quieres algo? – niego a punto de decirle que no tengo apetito, pero termino pidiendo algo para no desatar otra discusión de la que no tengo ganas de participar pero que tendré que si no lo complazco.
- Un sándwich de atún – asiente y comienza a buscar las cosas, quedándose paralizado por un momento al darse cuenta que no hay nada porque no hemos tenido tiempo de comprar.
- Volveré en una hora, no salgas – asiento, pero no me ve porque sale prácticamente corriendo del apartamento.
Un poco de soledad no está tan mal, aprecio su presencia, pero logra exasperarme después de tantas horas seguidas.
***
POV Garrett
- ¿En dónde está Jade? – entro furioso al apartamento de Grayson sabiendo que él sabrá en donde está la familia West
- ¿Qué mierdas haces aquí? – frunzo el ceño aún más, solo que esta vez confundido ¿qué le pasa y por qué me habla de esa manera?
- Fui a su casa, estuve tocando y esperando por más de dos horas y nadie jamás entró ni salió ¿En dónde están Jade y Jeremy? – se acerca a mí con rapidez y me sorprende tomándome por el cuello de la camisa y llevándome hasta la pared a mis espaldas - ¿Eres imbécil? Suéltame – exijo molesto y confundido.
- Tienes las pelotas más enormes del mundo por ir a su casa y después venir a la mía a exigirme respuestas – de un empujón me lo saco de encima.
- ¿De qué mierdas estás hablando? No contesta mis llamadas, fui a la oficina y no solo renunció ella, sino que también Francisco y ahora no me abren la puerta de su casa, merezco y exijo una explicación sobre lo que está pasando – en un rápido movimiento se abalanza hacia mí, pero logro agacharme y esquivarlo.
- Eres un asqueroso cerdo – vuelve a lanzarse hacia mí, pero vuelvo a esquivarlo.
- ¿De qué hablas? – ya en lugar de estar molesto estoy sorprendido por este recibimiento.
- Que eres un asqueroso cerdo – repite y cuando se lanza a mí por tercera vez no lo esquivo, sino que lo tomo y con esfuerzo logro derribarlo e inmovilizarlo en el piso.
- Ahora sí, hablemos como personas civilizadas y dime que está pasando – logra soltar un brazo y darme un golpe que casi me desestabiliza, pero rápidamente logro recuperar el agarre y esta vez sí apretarlo con fuerza.
Dolió como la mierda.
- Suéltame, mierdas – enojado lo aprieto más y logro sacarle un quejido.
- O me respondes o estaremos aquí toda la noche – mascullo como puedo entre el esfuerzo.
- Que engañaste a Jade.
- ¿Qué? – lo suelto por la impresión ganándome otro golpe, pero no vuelvo a aprisionarlo, sino que me alejo para evitar toro de esos.
- Jeremy fue hospitalizado y ella te llamó para que vinieras, pero respondió una mujer, no creía, pero después llame yo y me contestó esa misma – me ve con tanto rencor como nunca había visto jamás, o por lo menos no dirigido hacia mí.
- ¿Qué paso? Déjame explicarme, no sé de qué estás hablando, me robaron el celular en el aeropuerto cuando llegue – mierda.
- ¿Qué? – ahora es él quien luce confundido.
- Eso, cuando llegue no sé cuándo, quizás cuando buscaba la maleta o saliendo, alguien metió la mano en mi bolsillo o lo sacó o no lo sé, pero cuando llegue al taxi ya no lo tenía - ¿qué mierda está pasando? - ¿Cómo está Jeremy? ¿qué le paso?
- Garrett, Jeremy murió.