Nos quedamos un momento en silencio, en donde estúpidamente me quedo prendada en sus ojos grises, esos que son tan guales a los de uno de mis mejores amigos pero que al mismo tiempo tienen algo diferente.
Me relajo casi completamente, permitiéndome olvidar todo lo pasado y disfrutar de su presencia que, aunque no quería admitirlo, llegue a extrañar, lo hice hasta que la puerta es abierta abruptamente causando que me aleje con la misma violencia.
- ¿Qué haces tan cerca de Jade? Aléjate – menciona con acidez Francisco entrando a la habitación con un bolso grande que deja a mi lado.
Quizás la persona más enojada con todo el asunto es Fran, incluso me arriesgo a decir que está más irritado con la presencia de Garrett más que yo.
- Cuidado con el tono que utilizas – el mayor frunce el ceño
