Dalila se encontraba en su rincón pensando que, cuando terminara la cena de los príncipes ella iba irse a su habitación, se daría un baño con agua tibia, y aprovecharía para terminar de coser esa manta que llevaba haciendo desde hace un par de meses. A la muchacha le encantaba coser así que para entretenerse hacia mantas con parches que iba cociendo poco a poco y luego cuando estaba lista, desde su perspectiva parecían obras de arte. Aunque se pensara lo contrario, la sierva de Morgana le gustaba su vida, ella le agradaba atender a su señora la reina, en secreto la veía como esa hermana menor mas bonita que tenía que cuidar siempre porque estaba destinada a algo grande. Le gustaba su pequeña habitación, y no le molestaba hacer quehaceres, se entretenía lavando, cocinando, y limpiando. A ve
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