—¿Príncipe Aslan? Sus ojos se abrieron mucho, ¿recordó algo vergonzoso? —pregunta Morgana que lo veía con atención. —Digamos que si... por cierto, ¿es cierto que su madre fue una luna? —pregunta Aslan cambiando el giro de la conversación. —Eh si, de ahí viene mi apariencia tan peculiar —contesta Morgana carraspeando su garganta, desviando su atención hacia la vista que le mostraba aquel balcón —Sin embargo, no tengo ningún poder o don especial. De ser así hubiese nacido con el cabello rosa. Cuando Aslan escucha eso, no puede evitar echarse a reír con disimulo. —Hubiese parecido toda una mujer —admite Aslan casi sin pensarlo, y al hacerlo se voltea viendo al rey con una expresión llena de vergüenza —¡No es lo que quise decir! El rey Cameron, con el ceño fruncido, se acerca a Aslan suje