Yo estaba bien acostada en el sofá cuando desde afuera se escuchaban risas y voces fuertes, más que todo las risotadas de mi papá eran estruendosas, se abrió la puerta de entrada y las sombras de quienes entraron las vi, los tres al verme se lanzaron a saludarme con besos y abrazos y yo no me quedé atrás, venían con golosinas y uno de ellos me dio un algodón de azúcar, traían otros pero mi papá se lo quitó y lo llevo arriba Se sentaron en otros sofás y comenzaron a narrarme que mi papá los llevo a una de esas ferias que hacen en unas explanadas y de allí traían las golosinas pero el llamado Giorgio hablo en forma muy picara —Bambina, Danko trajo ese algodón de azúcar para ponérmelo en el cuerpo y lamerlo mmmm, ay que ocurrido pero debe ser rico sentir su boca por todo mi cuerpo, Dios ben